Podemos y PSOE se enzarzan en aclarar si Garzón habló en nombre del Gobierno
Asens ha acusado de desleal a los socialistas y ha pedido que Lambán se retracte de sus acusaciones
La polémica de la carne y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, lleva al Gobierno a un nuevo cruce de reproches en los medios. Unidas Podemos ha exigido al Partido Socialista que asuman que las declaraciones de Garzón no se realizaron a título personal, sino que el ministro, cuando se refiere a las macrogranjas en el país, «habla como Gobierno«.
El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso y líder de los comunes en la Cámara Baja, Jaume Asens, ha tachado la postura de sus socios de coalición como una «deslealtad gravísima». Durante una entrevista en Radio Nacional, también ha exigido al presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, que se retracte de sus declaraciones en las que pedía la dimisión de Garzón («no puede ser ministro de España ni un minuto más»).
Unidas Podemos y el PSOE mantienen el enfrentamiento
Asens ha pedido valorar las palabras del ministro «a partir de lo que ha dicho» y no «a partir de lo que algunos se han inventado de lo que ha dicho«. Así, ha aseverado que Garzón ha dicho la verdad, «lo que dice la Comisión Europea».
En sus palabras, las macrogranjas producen muchos gases de efecto invernadero, se ha «duplicado» la contaminación del agua por tratos en los últimos cuatro años y esto es «un peligro para la salud». En THE OBJECTIVE te contamos hoy la principal problemática que existe para detectar este tipo de plantas y el problema que vive la ganadería en España.
«España se ha convertido en el principal estercolero de purines de Europa», ha asegurado Asens, que ha reprochado que hayan hecho a Garzón un ‘No mires arriba’, en alusión a la película de Adam Mckay: «Tenemos ante nuestras narices un meteorito un problema creciente y algunos anteponen sus interese electorales a la verdad, como pasa en la película».
El propio Garzón, tras desatarse la polémica, salió a la carga contra sus compañeros de Ejecutivo que le habían dejado vendido ante la prensa al desautorizarle y tachó sus declaraciones como algo fruto de un interés partidista. «Tenemos un bulo, una empresa vinculada al lobby de las grandes empresas cárnicas manipulando la información de The Guardian para tratar de deteriorar la imagen del adversario. Eso se hizo una bola», aseveró.