El Chapo
A las afueras de la ciudad de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa, en México, hay un cementerio donde los muertos descansan rodeados de lujos, como faraones egipcios. Desde la distancia, parcialmente oculto entre los árboles, el cementerio se parece más una urbanización que a un camposanto. Los fastuosos mausoleos se alzan varios pisos, con grandes ventanales, columnas romanas y pavimentos del mármol más caro. En el interior de estas mansiones de muertos hay aire acondicionado las 24 horas del día, televisión por cable, conexión wifi, salas de fiestas, cocinas equipadas hasta el más mínimo detalle y habitaciones para que jueguen los niños. Aquí reposan los restos de algunos de los más sanguinarios y peligrosos capos del narcotráfico en México. La ostentación, la opulencia sin fin con la que muchos de estos narcos vivieron perdura más allá de su muerte.
A las afueras de la ciudad de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa, en México, hay un cementerio donde los muertos descansan rodeados de lujos, como faraones egipcios. Desde la distancia, parcialmente oculto entre los árboles, el cementerio se parece más una urbanización que a un camposanto. Los fastuosos mausoleos se alzan varios pisos, con grandes ventanales, columnas romanas y pavimentos del mármol más caro. En el interior de estas mansiones de muertos hay aire acondicionado las 24 horas del día, televisión por cable, conexión wifi, salas de fiestas, cocinas equipadas hasta el más mínimo detalle y habitaciones para que jueguen los niños. Aquí reposan los restos de algunos de los más sanguinarios y peligrosos capos del narcotráfico en México. La ostentación, la opulencia sin fin con la que muchos de estos narcos vivieron perdura más allá de su muerte.