El 25 de mayo de 1836 fue el día en que a John Quincy Adams se le acabó la paciencia. Tras pedir la palabra, el ex presidente reconvertido en congresista se levantó y le cantó las cuarenta a un entramado político, el de Washington, que en esos momentos debatía la mejor forma de anexionarse la recién proclamada República de Texas.
El gobierno federal, empezó diciendo Adams, ha expulsado a todas las tribus indias que se ha ido encontrando a su paso. Los creek. Los cherokee. Los seminolas. Los choctaw. Etcétera. Una vez establecido lo obvio, el congresista pasó a interpelar directamente a sus colegas: los habéis masacrado y, una vez diezmados, habéis cogido a los supervivientes y les habéis dicho que más allá del Mississippi, más allá del Missouri, más allá del Arkansas, o sea en la frontera con México, podrían, al fin, descansar. Y ahora, añadió, resulta que todo lo conquistado no es suficiente, que queréis más, que los queréis seguir exterminando.
El hartazgo de Adams –que los historiadores enmarcan en el top ten de los discursos más antibelicistas jamás pronunciados en el Congreso de los Estados Unidos– bebía de dos fuentes diferentes.
No es nada raro que los videojuegos nos confronten con la muerte. Muertes ligeras, con nuestro cuerpo arrojado al fondo de precipicios de los que volvemos a salir ilesos; no sabemos bien si rebobinando o recuperando nuestra existencia de la nada. Muertes dramáticas que nos fuerzan a ser mejores, mutando en nuevos seres a través de la experiencia adquirida. A veces, muertes definitivas que no solo acaban con nosotros sino con un universo entero.
Pero no es tan habitual que un videojuego nos confronte con lo que viene después, o con lo que estuvo antes; esos espacios delimitados por la no-consciencia que nos resultan tan perturbadores de imaginar. Que nos pongan frente a la divinidad no como un recurso que explotar para obtener beneficios o como un enemigo al que derrotar para mantener el orden de las cosas. Sino con el concepto descarnado, enigmático. Una tabla que flota en la nada de nuestro pensamiento y que no sabemos si debemos aferrar o contemplar cómo se aleja.
La televisión pública belga se ha comprometido a reducir las noticias relacionadas con la pandemia, para que no superen la mitad del tiempo de sus informativos. La medida pretende contentar a los televidentes, que se quejan de que la sobreinformación covidiana les provoca angustia y ansiedad: ¡el telelediario!
En 1961, un visionario Cunqueiro denunciaba que la abundancia e instantaneidad de las noticias «es una de las causas mayores de la confusión ambiente y eleva la emoción a grados intolerables». Pero no hay una fuerza superior que nos obligue a permanecer ante la pantalla, ni son los telediarios aquel cartucho de entretenimiento imaginado por Foster Wallace, tan adictivo e hipnótico que resultaba mortal. Aun así, se entiende el hartazgo por la cobertura mediática de la enfermedad, pero no tanto por una cuestión de cantidad como de enfoque: sobran números, porcentajes, ejercicios de futurología, y faltan porqués.
Even the staunchest supporters of Modern Monetary Theory (MMT) may have observed that the very large US Government budget deficits have some consequences. For starters, the USD Index has declined 12% from its April highs whereas Brent oil is up 300% since. The Bloomberg Commodity Index is up 46%. The prices of other real assets are also much higher relative to the USD from their lows in the spring. US housing is on a tear as is the stock market. The S&P500 is up 78% while the NASDAQ is up 109% for the period. Bitcoin, which is the natural habitat for many nonbelievers in MMT, is up 1022%. Conversely, gold is up just 20% and is off 13% since its August highs, so much for gold being an inflation hedge, for now.
Risk Parity strategies have worked very well for decades. Investors who held both bonds and stocks enjoyed the benefits of two very long bull markets running side by side. Investors who followed this strategy also enjoyed the added benefit of the volatility dampening offered by periodic runs for cover in the safety of US Treasurys whenever equity markets hobbled. This automatic P&L stabilizer worked like a charm. They also enjoyed a quasi-permanent put to the Fed factor, of course. This strategy will be tested in this reflationary environment, especially if we get the wrong kind of inflation.
Algún episodio habrá visto. O al menos un par de escenas, aunque haya sido haciendo zapping. Se habrá quedado un rato contemplando la intensidad de las miradas, la banalidad de los diálogos. No lo niegue. Están ahí, su auge es indiscutible: las series turcas están tomando por asalto la televisión española. En los últimos meses, los dos titanes que pugnan por la tarta, Atresmedia y Mediaset, han apostado por estas producciones. Y el menú no es demasiado rico en proteínas: sirven la fórmula tradicional de la telenovela con un buen chorreón de melodrama. Curiosamente (o no), esta conquista de las pantallas llega en un momento en el que el poder político turco está imprimiendo un giro autoritario.
Recep Tayipp Erdogan está recrudeciendo su política exterior: ha apoyado los ataques de Azerbaiyán en Nagorno-Karabaj, ha aumentado la tensión con Grecia y ha encarcelado a periodistas incómodos. ¿Tiene algo que ver una cosa con la otra, o estamos mezclando churras con merinas? ¿Blanquean las series turcas la imagen de Turquía? ¿De verdad merecen este tipo de producciones copar el prime time español? Despejamos las incógnitas con Borja Terán, periodista y escritor experto en televisión; y con Aylin Dagsalguler, profesora de cultura televisiva en la Universidad de Estambul.
El programa COVAX, cuyo objetivo es distribuir en todo el mundo vacunas contra la COVID-19 y , ha efectuado este miércoles el primer envío de 600.000 dosis, fabricadas por AstraZeneca y destinadas a Ghana (África occidental).
La fusión de dos estrellas de bosones podría ser la causa de la mayor onda gravitacional captada hasta el momento el pasado septiembre, y no la colisión de dos agujeros negros como se había planteado con anterioridad. Este nuevo hallazgo, que ha sido publicado por la revista académica Physical Review Letters, podría llegar a explicar la existencia de materia oscura.
Por qué es importante: este resultado no sólo podría significar la primera observación de estrellas de bosones, sino también la de sus componentes fundamentales, un nuevo tipo de partícula conocido como bosón ultraligero. Dichos bosones han sido propuestos por muchos científicos como los componentes fundamentales de la materia oscura, que forma el 27% del universo. Si este resultado es confirmado por futuros análisis de otras ondas gravitacionales, «supondría la primera evidencia observacional del, buscado por décadas, componente fundamental de la materia oscura», ha destacado Carlos Herdeiro de la Universidad de Aveiro.
La política migratoria del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sufrido su primer revés judicial en Texas, donde un juez federal nombrado por el expresidente Donald Trump ha bloqueado, por tiempo indefinido y a nivel nacional, la suspensión de las deportaciones durante cien días decretada por el mandatario demócrata.
Lo más importante: la orden del juez Drew Tipton, en Corpus Christi, que se debe aplicar en todo el país, puede ser recurrida ante el tribunal de apelaciones de Nueva Orleans, de tendencia conservadora, por lo que el grupo proinmigrante Unión de Libertades Civiles (ACLU) ha indicado que estudia sus opciones.
La Policía Nacional ha detenido en Gran Canaria a trece hombres y una mujer de entre 19 y 45 años acusados de ser los patrones de siete pateras llegadas a la isla, entre ellas la que transportaba a los mellizos Awa y Alhassane D., de 9 años, el último de los cuales falleció en el trayecto.
Más detalles: a los 14 se les atribuye un delito contra la derechos de los ciudadanos extranjeros, al que se suman en el caso de seis de ellos cargos por homicidio imprudente y, en el de tres, por pertenencia a organización criminal, según ha informado este miércoles en un comunicado la Dirección General de la Policía.
El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, ha señalado este miércoles que están colaborando con la Agencia Tributaria con la idea de evitar que los trabajadores que han recibido prestaciones del SEPE por estar en un ERTE tengan una «especial penalización impositiva».
Por qué es importante: en torno a cuatro millones de españoles han sufrido un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) a raíz de la crisis económica y sanitaria del coronavirus. El hecho de que un trabajador se haya encontrado en ERTE en algún momento del año, esto se considerará que ha tenido dos pagadores: la empresa y el Estado, con la consecuente penalización impositiva en la declaración de la renta.