Abren los colegios en Israel para las terceras elecciones en un año
El procesamiento de Netanyahu, que se juega su futuro político a dos semanas del juicio, no ha generado una pérdida de apoyos al Likud
Los colegios electorales han abierto este lunes por la mañana en Israel para las terceras elecciones legislativas en menos de un año, unos comicios importantes para el primer ministro, Benjamin Netanyahu. Unos 6,4 millones de votantes están llamados a las urnas para estas elecciones, que se anuncian reñidas entre el Likud (derecha) de Netanyahu y el partido centrista Kahol Lavan (Azul-blanco) de Benny Gantz.
Desde los últimos comicios se ha producido un cambio importante: el procesamiento de Benjamin Netanyahu, quien se convirtió en noviembre en el primer jefe de Gobierno en la historia de Israel en ser procesado, concretamente por corrupción, malversación y abuso de confianza. En uno de los casos, la Justicia sospecha que otorgó favores gubernamentales que podrían haber proporcionado millones de dólares al jefe de la compañía de telecomunicaciones Bezeq a cambio de una cobertura mediática favorable de un medio de comunicación del grupo.
El procesamiento de Netanyahu, quien se juega su futuro político cuando faltan dos semanas para el comienzo del juicio, el 17 de marzo, no ha generado una pérdida de apoyos al Likud, según las últimas encuestas. Los sondeos predicen una nueva batalla electoral reñida con Gantz. En el tramo final de la campaña, incluso aumentó ligeramente el apoyo a Netanyahu, que pisaba los talones a Benny Gantz, ex jefe del Estado Mayor.
Según los últimos sondeos, ni el Likud ni Azul-blanco obtendrán más de 30 escaños de los 120 del Parlamento, de modo que los resultados de sus aliados y de otras formaciones serán cruciales. La gran incógnita sigue siendo el índice de participación.
Netanyahu cuenta con el apoyo de las formaciones judías ultraortodoxas de Shas, que capta buena parte de los votos sefardíes (judíos orientales), de Judaísmo Unido de la Torá, dirigido principalmente a los ortodoxos askenazis (de Europa del Este) y de la lista Yamina (derecha radical), del actual ministro de Defensa, Naftali Bennett. Por su parte, Azul-blanco cuenta con el apoyo de los partidos de izquierda que se han unido en una sola lista y podría, quizá, obtener uno puntual de la Lista Unida de los partidos árabes israelíes. Estos últimos dieron la sorpresa en septiembre, quedando terceros, una hazaña electoral que se proponen superar.
Lista Unida intenta cosechar los frutos de la frustración entre la minoría árabe israelí (alrededor del 20% de la población) por el plan presentado por Estados Unidos para resolver el conflicto árabe-israelí, un proyecto aplaudido por Israel y rechazado por los palestinos. El plan de Donald Trump prevé convertir a Jerusalén en la capital «indivisible» de Israel y transferir el control de una decena de pueblos y localidades árabes israelíes a un futuro Estado palestino.