Brasil rechaza cerrar la frontera con Venezuela tras una orden judicial

Una magistrada del Tribunal Supremo de Brasil ha negado este martes una petición del Gobierno del estado de Roraima para cerrar la frontera con Venezuela. La frontera había sido bloqueada este lunes por la Policía tras la decisión de un juez del estado.

El juez Barreto, del estado Roraima, ordenó el domingo pasado suspender temporalmente la entrada de venezolanos por tierra en el estado de Roraima hasta que haya un «equilibrio» entre el número de inmigrantes que ingresa desde el país vecino con los que salen a otras ciudades de Brasil, informa Efe. Sin embargo, Rosa Webber, magistrada del Tribunal Supremo de Brasil, ha rechazado el cierre de la frontera al considerar que va en contra de la Constitución y de los tratados internacionales ratificados por el país suramericano.

El ministro de Derechos Humanos brasileño, Gustavo Rocha, había reiterado en un comunicado publicado este lunes que el cierre de la frontera de Brasil con Venezuela es «innegociable».

La situación con la frontera venezolana ha venido escalando desde hace meses. El pasado abril, la gobernadora de Roraima, Suely Campos, del conservador Partido Progresista (PP), pidió el cierre temporal de la frontera con Venezuela por la «omisión del Gobierno Federal en cumplir su papel constitucional de control de la frontera, sobrecargando el Estado».

El presidente de Brasil, Michel Temer, en ese entonces criticó una petición de la mandataria regional y señaló que cerrar las fronteras del país no era un hábito de Brasil.

Roraima, uno de los estados más pobres de Brasil, ha recibido unos 50.000 venezolanos, un porcentaje importante de su población, que han elevado significativamente la demanda por los diferentes servicios públicos en la región. La Gobernación del estado alega que no tiene la capacidad de atender la cantidad de venezolanos inmigrando al estado.

«Gran parte de estos inmigrantes se establece en plazas e inmuebles abandonados de la ciudad de Boa Vista, pasando a vivir en la condición de habitantes de la calle. Con eso, Roraima sufre con aumento de la criminalidad, reincidencia de enfermedades ya erradicadas en el país (como el sarampión), además del aumento incontrolable en los costos para asistencia en salud y educación», señaló en un comunicado el pasado abril.

De acuerdo con la información suministrada por la Gobernación, estos impactos han sido asumidos por el Estado de Roraima sin ningún apoyo financiero del Gobierno Federal.

El Gobierno de Brasil declaró en febrero pasado la «situación de vulnerabilidad» en Roraima y desde entonces ha puesto en marcha medidas de asistencia humanitaria para los inmigrantes venezolanos, en las que participan el Ejército y organismos internacionales y que incluyen su traslado a otros puntos del país.

«Nada de efectivo fue implementado hasta el momento, incluso después de la declaración de ‘situación de vulnerabilidad’, a no ser la transferencia de solo 266 venezolanos para los estados de Sao Paulo y Mato Grosso, lo que representa un factor ínfimo, considerando los más de 50.000, muchos de los cuales deambulan por las plazas de la capital Boa Vista», afirmó la gobernadora el pasado abril.