El periodista ha publicado un polémico artículo en el que se pregunta si no es posible que le toque «algo» de cáncer a Macarena Olona, Trump y Aznar
Hay con cosas que nunca se deben jugar y una de ellas es el cáncer. Todo lo contrario a lo que ha hecho el periodista Máximo Pradera, quien ha publicado este jueves un polémico artículo en el diario «Público» Si ya le deseó, vía Twitter, la destrucción a la Catedral de la Almudena en detrimento de Notre Dame cuando la catedral gala ardió en un espectacular incendio, ahora se pregunta si no es posible que le toque «algo» de cáncer a la diputada de Vox Macarena Olona, al expresidente del Gobierno José María Aznar o al expresidente de EEUU Donald Trump.
El artículo está dedicado principalmente a la periodista Julia Otero, a quien recientemente han diagnosticado esta dura enfermedad. En este sentido, Pradera se pregunta si no había otra persona a la que le pudiera caer en desgracia esta enfermedad. «El cáncer no es más que eso, una mutación. (…) Pero digo yo: ¿esas mutaciones no podrían repartirse con más tino? ¿Para qué tenemos a Trump, o a Aznar, o a la arpía de Macarena Olona, sino para que les toque algo en el sorteo? El primero ha estado a punto de cargarse el planeta (si es que no lo ha logrado ya, al salirse del Acuerdo de París) e intentó dar un golpe de estado en la democracia con más solera del mundo. El segundo nos metió en la guerra de Iraq, en la burbuja inmobiliaria y ahora desde FAES, se dedica a emponzoñar la convivencia de los españoles con delirantes teorías conspiranoicas. De Macarena Olona solo sé que se cuadra, cual monja alférez, ante el féretro del torturador Rodríguez Galindo y que dice que el hombre no mata, mata el asesino. Que no existe la violencia de género. ¡Ángel del cielo!», escribe en el artículo.
El periodista subraya que tanto Olona, como Trump y Aznar eran «tres candidatos cojonudos» y aunque no les desea la muerte, sí que tengan que pasar por las duras consecuencias de la quimioterapia. «Pues nada, macho: la Otero con cáncer y ellos sanos como cervatillos. Tampoco es imprescindible que vayan a reunirse hoy con el Creador. Pero estaría bien que tuvieran que bregar con el tratamiento, que casi siempre es chungo de narices», ha escrito.
Macarena Olona ha respondido a Pradera: «Su indecencia no conoce límites. Todo mi cariño a quienes estáis librando esa dura batalla». Muchos se han preguntado si esta columna de Máximo Pradera puede suponer un delito de odio.