THE OBJECTIVE
Actualidad

Vuelve el 98: jugamos con dados marcados mientras otros hacen Inteligencia

Vuelve el 98: jugamos con dados marcados mientras otros hacen Inteligencia

Tras una semana convulsa, por cuatro veces he tenido que desechar las ideas programadas para esta cita que tengo con ustedes.

Como analista me encuentro de nuevo ante un dilema en mi labor, que no en la visión moral de la misma, pero que me hace “sufrir” un nuevo aprendizaje en este medio arte, medio techné que es el Análisis de Riesgos a la Seguridad Nacional, en el que llevo unas décadas de experiencia (lo cual sólo es garantía de vejez no de que fuese, en otro tiempo o en este, bueno en esas lides; otros deben juzgar mi labor o mis “informes”). El Dilema es mera formalidad. Se nos presentan un conjunto de hechos, en esta semana complicada, como todas, datos especialmente esclarecedores del “percal político” y de la profunda brecha que existe entre cómo resuelven nuestros asuntos los “aforados electos”, y cómo la sociedad representada queda estupefacta cuando se da cuenta de que los diputados no pelean (según las reglas del juego) por nuestros intereses, sino que queda evidenciado que confunden sus propios intereses, con los de aquellos que dicen representar.

Siendo esto grave, lo estremecedor es ver cómo listas, diputados, senadores, votaciones y “traspaso de cargos y estipendios” no se juegan en la liga correspondiente (para entendernos ayuntamientos y comunidades autónomas o estado central), sino que los cambios en cualquier lugar genera un “movimiento de cromos a nivel global”, consumando con luz y taquígrafos que si bien todo el sistema no se montó para formar “chiringuitos y castas”, es evidente que los próceres de la Patria lo han consolidado como modus vivendi alejado del servicio público y más cercano a un “estado paralelo” bajo la apariencia de Democracia. Ay! Palabra talismán, ante cuya invocación hacemos genuflexiones y tememos nos señalen como “no demócrata”, como antes se señalaba a los considerados “cristianos no viejos o puros de sangre”. Cuando alguien tira de apellido, de presunción de pana, o peor, de fotos del 98, para adornar su discurso, me despido a la francesa.

 Realmente me molesta tener que repetir los argumentos de catastrofistas, conspiranoicos y sobre todo de “agitadores profesionales de una patria en amenaza constante”, esos verdaderos antisistema, que bajo la apariencia de Demócratas son cripto-totalitarios, que se refugian en derechas, izquierdas, en todo el arco parlamentario e incluso en todas las instituciones aledañas como Grupos de Pensamiento/Think Tank, consultoras ad hoc u ONG´s asociadas en la defensa de cuantas ideas puedan generar dividendos; independientemente de que el servicio que ofrezcan sea útil, necesario, rentable, ético o sirva para algo más que justificar la tala de árboles o los currículos de quien experimenta e inventa desde la barrera, donde las “cornadas” las recibe siempre otro. Lo que sea para salir en los libros de historia o mejor, tener contento a los jefes que nos pagan.

Hemos visto en estos días, en directo, en tiempo real, y sobre todo en las omnipresentes redes sociales, el espectáculo, compuesto de juegos malabares, puñaladas y una caudalosa homeostasis entre partidos, actas de diputados, juegos de fuerza “enseñando dientes”… quizá sólo para hacernos comprender que en política la mitad están sin “dientes” fuera de la estructura, y la otra mitad ladra porque no puede hacer nada más o será “depurado vía carta ética” o reglamento similar.

Lo diferente, lo que me da pie a mi pieza compartida de esta semana, es que, no porque no se sospechara del engaño, este es menos apabullante, evidenciando hasta para el Lego en cualquiera de estos temas, que: diputados, listas electas, puestos y demás estructuras del Estado, son “cromos” para que jueguen sus señorías, en estructura piramidal y siempre a las órdenes del aparato del partido o del líder carismático.

Tanta dimisión y tanto golpe de pecho, tanto “recuperar sus viejos carnets y filias de juventud”, créanme que es sólo por tres motivos:  uno para vivir sin perder esa pequeña cartilla roja que te acredita como diputado/a ; dos porque prefieres huir y volver al redil del que saliste “por locuras de juventud”, pero que al igual que Pablo de Tarso se cayó del caballo, tú viste de nuevo la luz del faro de la “verdad” y vuelves a casa; y el tercero es que te vas antes de que te echen o sepan de tus tropelías previas, esperando que en la “corriente” no se fijen en ti hasta que prescriban tus actos o hasta que vuelvas a lograr la “libretilla roja”.

Por mor de la ética y de mi profesión callo. Pero quien está afectado sabe que no engaño; como el que busque, encontrará que hablo documentadamente.

Hemos hablado en otras ocasiones que la Política y la Geopolítica se suelen ver como partidas del Gran Juego del que hablaba Kipling, pero al menos, este se hacía con reglas, tácitas y explicitas. En la actualidad, durante todo el XX y ahora en el XXI, algunas de las supuestas reglas para el análisis de lo que acontece, se basan en el uso de herramientas de Inteligencia Competitiva, Análisis Prospectivo y Teoría de Juegos.

La construcción de escenarios plausibles tras unir datos estructurados, para crear conocimiento que me permita tomar decisiones en tiempo, plazo y forma, es lo que nos aportan las herramientas de Inteligencia Económica y Competitiva; así como la Prospectiva bien realizada permite obtener mucha información para anticiparse con datos fiables, a los indicadores de cambio y poder actuar en consecuencia para evitar fallos o problemas que afecten a la sociedad, la ciudadanía y a todas las estructuras del Estado con sus agentes sociales implicados.

Para construir esos escenarios y poder hacer prospectiva valida, existen una serie de reglas, principios y “constantes” que afectan a nuestro mundo y a lo que hacemos con él. Sin ánimo de soliviantar a nadie, cuando K. Marx y F. Engels establecen que a lo largo de la historia de la humanidad, todo está imbricado en los factores económicos que afectan de forma determinante a “lo que ocurre y su por qué”, lo que están haciendo es abrir el camino a lo que se llama Teoría de Juegos que nos permite establecer, lo más aproximativo y científicamente posible, las “reglas” que mueven a los intereses económicos y a las acciones políticas en toda su extensión.

Se ha demostrado que, aunque hay más de doscientas herramientas y metodologías que se usan desde hace mucho tiempo, basta sólo unir las tres (Inteligencia, Prospectiva, Teoría de Juegos) para que aplicado a cualquier problema pueda este disolverse o cuando menos aclarar sus términos para saber, como poco, los escenarios y actores implicados a los que promover en sus actos o aclarar sus relaciones de forma rigurosa. Es algo que nadie refuta hoy en día, y su uso en Política, en la verdadera, es siempre prioritario, por que bajo ellas caen desde estudios de mercado a análisis del sentimiento en redes sociales. Bueno, en todas partes menos en España en la que los Políticos entienden por Inteligencia otras cosas. Y así nos va. Sólo les preocupan las redes, la reputación, la renovación de su cargo, que no se conozcan sus “tripas” y conocer las del contrario, fundamentalmente para “cambiar cromos”. Mondo Cane diríamos.

Pero visto, lo que en la semana horribilis hemos presenciado, parece que cada vez más las reglas se basan en Juegos de Dados y apuestas de Tahúr. Y esto no pasaría del enfado, si no fuera porque me temo que se juega con dados cargados, y no precisamente por intereses patrios; las partidas son supervisadas por los dueños de Casinos amparados en Omertá y en “amenazantes plagas” para el que ose revelar el secreto del Casino, o el que decida “ganar o retirarse de la partida” sin permiso del Don y su camarilla.

Lástima que teniendo formas dignas de competir y herramientas rigurosas que emplear, prefiramos en suelo Patrio las reglas del Tahúr. No significa que en otras latitudes no sean igual de pendencieros, pero lo cierto es que a mí lo que me importa ahora es arreglar mi “patio”, antes que criticar al vecino, y me preocupa volviéndome insomne la certeza, que se torna en evidencia en ocasiones, de que los dueños del local son otros y nuestros gerentes son meros empleados, cómplices de la manipulación y de perpetuar “meses de marmota” o distraernos con malabares, para beneficio de quien de verdad Sí sabe jugar “en grandes ligas”, y evidentemente nos dan los Dados Marcados mientras ellos hacen prospectiva, teoría de juegos e Inteligencia. Pero no crean que nosotros no tenemos talento o capacidad de innovar o tener herramientas propias de inteligencia; es que preferimos el Cainismo y sobre todo las actitudes que nos permitan denostar al contrario y ensalzar “nuestros valores” mirando hacia una época dorada perdida en la memoria. Añoramos un “tiempo grande”, no porque no lo fuera, que lo fue, si no porque necesitamos recordarlo para justificar nuestra “inoperancia actual” y llorar por las esquinas en tertulias o conciliábulos de dudosa honestidad intelectual y moral. Somos gente de Taberna y Critica fácil, y si no te sumas, o eres soso o eres un enemigo. Y ya sabemos que al enemigo ni agua. Así que los dueños de nuestras voluntades incentivan y financian a los “lideres del futuro” que sean los que aseguren que el “marmoteo” dure lo más posible. Me duele la España que se ha convertido en laboratorio de proyectos e ideas, pero incapaz de sacudirse yugos del pasado o cargas del futuro.

Todo me suena a un regreso al noventayochismo, pero de mala calidad. Con dados marcados, gerentes melifluos y patronos foráneos, ¿qué podemos hacer? Si alguien tiene sugerencias, me apunto ciegamente; pero por favor que no sean ni renacidos, ni salvapatrias, ni encantadores de serpientes… no porque yo sea listo al verlos venir, es porque hago los deberes y ya creo poder reconocerles, ya que me engañaron tantas veces que hasta hoy me llega su olor.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D