Acusada de homicidio la policía que mató a un joven negro en Minneapolis

La agente de policía que mató de un disparo a un joven negro cerca de Minneapolis ha sido acusada de cargos de homicidio involuntario, y posteriormente liberada con medidas cautelares, en momentos en que esta ciudad estadounidense es escenario de nuevas protestas.

En contexto: el clima ya era tenso en esta ciudad del medio oeste de Estados Unidos donde se celebra el juicio contra el exagente que acabó con la vida del afroestadounidense George Floyd el año pasado, cuando Kim Potter, que es blanca, disparó contra Daunte Wright, un joven negro de 20 años el domingo. Según el departamento policial de Brooklyn Center, los agentes pararon al joven por una infracción de tráfico. Tras pedirle la documentación descubrieron que tenía una orden de detención por lo que intentaron detenerlo. Sin embargo, según la Policía, el joven volvió a su vehículo y, en ese momento, la agente disparó su arma.

Potter, con 26 años de experiencia en la Policía, se enfrenta a un máximo de 10 años de cárcel de ser hallada culpable. La mujer, de 48 años, renunció a la fuerza policial tras el incidente, en el que alega haber confundido su táser (pistola inmovilizadora) con el arma de servicio cuando disparó contra Daunte Wright en dicho control de tráfico. Tras ser detenida, fue liberada bajo una fianza de 100.000 dólares y debe presentarse ante el tribunal este jueves para una audiencia preliminar, según la prensa local.

«Si bien apreciamos que el fiscal de distrito esté buscando justicia para Daunte, ninguna condena puede devolver a la familia Wright a su ser querido», ha dicho el abogado de la familia, Ben Crump, tras el arresto. «Esto no fue un accidente. Fue un uso intencional, deliberado e ilegal de la fuerza», ha añadido. «Seguiremos luchando para que Daunte, su familia y todas las personas de color marginadas obtengan justicia. Y no nos detendremos hasta que haya una reforma policial y judicial significativa», ha asegurado el abogado.

Protestas y disturbios

La muerte de Wright desató nuevas protestas en Minneapolis, en el estado de Minnesota, donde la tensión racial aumenta en medio del juicio por asesinato y homicidio culposo contra el expolicía Derek Chauvin por la muerte de George Floyd. Los manifestantes se enfrentaron a las fuerzas policiales el miércoles por cuarta noche consecutiva. La Policía antidisturbios lanzó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes reunidos fuera de la comisaría de Brooklyn Center, el suburbio donde tuvo lugar el incidente que terminó con la vida de Wright.

A unos 14 kilómetros de ahí, el juez que preside el juicio contra Derek Chauvin había rechazado ese mismo miércoles una moción de la defensa para absolverlo por la muerte de Floyd. El abogado defensor Eric Nelson planteó una moción de absolución, alegando que los fiscales no pudieron probar su caso contra Chauvin, un hombre blanco de 45 años, más allá de toda duda razonable.

«Le disparé»

Las imágenes de la cámara corporal de los policías muestran a los agentes sacando a Wright de su automóvil tras detenerlo por una infracción de tráfico y descubrir que tenía una orden pendiente. Cuando lo intentan esposar, Wright se resiste y regresa al coche. La policía grita: «¡Táser! ¡Táser! ¡Táser!», pero luego se escucha un disparo. «¡Maldita sea, le disparé!», dice la mujer.

«Estas situaciones muestran el rigor excesivo de la Policía hacia la comunidad negra», ha afirmado el activista de derechos civiles Al Sharpton. «Creo que si Wright o George (Floyd) hubieran sido de un color diferente en una comunidad diferente, a lo sumo les habrían impuesto una multa, pero no estarían muertos», ha añadido.

Imran Ali, subdirector de la división criminal del condado de Washington, donde se ubica Brooklyn Center, ha prometido «procesar enérgicamente» el caso y ha dicho tener «la intención de demostrar que la oficial Potter abandonó su responsabilidad de proteger al público cuando usó su arma de fuego en lugar de su pistola táser».