El Consejo de Ministros aprobará el 24 de agosto declarar como zonas gravemente afectadas por emergencia de Protección Civil (zona catastrófica) «todas y cada una de las comunidades que han sufrido incendios este verano y otro tipo de catástrofes naturales», ha anunciado este domingo el presidente Pedro Sánchez.
Las claves: en una comparecencia sin preguntas ante los medios de comunicación tras visitar parte de la zona afectada por las llamas en la provincia de Ávila y reunirse con alcaldes, Sánchez ha mostrado el «compromiso total» del Gobierno con los territorios arrasados y ha hecho un llamamiento para que todas las administraciones destinen recursos para recuperar la normalidad cuanto antes.
Acompañado por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, el jefe del Ejecutivo ha subrayado que «el compromiso del Gobierno de España es total» y ha añadido que una vez mitigados los incendios, las instituciones deberán «poner los recursos para recuperar la normalidad y las oportunidades y el desarrollo de estos maravillosos territorios».
En este contexto, Pedro Sánchez ha pedido que «ante un enemigo común» que obedece a cuestiones climatológicas como los incendios es necesario que los gobiernos e instituciones vayan «de la mano» y trabajen «codo con codo», porque a su juicio «la unidad es primordial». Al respecto, Sánchez ha subrayado «lo bien» que han trabajado en este tipo de catástrofes los Gobiernos autonómicos y el Ejecutivo central.
En su intervención, el presidente del Gobierno ha agradecido el trabajo del amplio operativo desplegado en el incendio de Navalacruz y Cepeda de la Mora, que habría quemado unas 22.000 hectáreas según el sistema de teledetección europeo Copérnicus, a la vez que ha agradecido la solidaridad de los vecinos de otros pueblos, que tratan de colaborar con las localidades afectadas.
Además de subrayar el «compromiso» del Gobierno central y del resto de instituciones con los perjudicados, ha hecho referencia a que los fuegos en España y en otros países se están «convirtiendo en una tónica habitual con más cadencia e impacto sobre el territorio», fruto del «calentamiento global» y del «cambio climático».
También ha recordado que el fuego, además de «arrasar» con el patrimonio natural y la biodiversidad, produce un «desgarro material y emocional» en quienes pierden sus entornos, así como sus hogares, sus cultivos y sus condiciones de trabajo.
El jefe del Ejecutivo ha concluido su intervención haciendo un llamamiento de «precaución y prevención» a la población para evitar este tipo de siniestros, ya que actualmente se corre un «extraordinario riesgo» debido a las elevadas temperaturas.