La sede del PP se convertía en el epicentro de la noticia tras las acusaciones cruzadas entre el líder de los populares, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el presunto cobro de comisiones por parte del hermano de la presidenta. Afiliados y simpatizantes se concentraron frente a la sede de Génova para pedir la dimisión de Casado y su número dos, Teodoro García Egea. Los barones del partido retiraron los apoyos a Casado que terminó por encadenar una lista de dimisiones en el seno del partido.
Mientras en España el foco estaba puesto en la política madrileña, en Rusia se gestaba el comienzo de la invasión a Ucrania. El presidente ruso aseguró que su intención no era ocupar Ucrania sino «desnazificar» y «desmilitarizar» el país. «Quien sea que trate de obstruirnos debe saber que la respuesta rusa será inmediata y provocará consecuencias que nunca han visto en la historia», amenazó.