(VÍDEO) Es de otro planeta: el puntazo de Nadal con punto de set en contra que ya es historia de Roland Garros
El tenista manacorense dejó un golpe increíble en la semifinal ante Zverev cuando el alemán le tenía contra las cuerdas en la primera manga
El tenista manacorense dejó un golpe increíble en la semifinal ante Zverev cuando el alemán le tenía contra las cuerdas en la primera manga
Rafa Nadal estará por decimocuarta vez en una final de Roland Garros. Aunque el tenista español consiguió el pase de una forma agridulce por la lesión de su rival, el alemán Alexander Zverev, el espectáculo estuvo servido mientras el partido pudo disputarse. Para muestra, lo que ocurrió en un final de primer set no apto para cardíacos en París.
En el tie-break con el que se dirimió el resultado de la primera manga, Zverev parecía tener todas las de ganar con un 4-6 a su favor y servicio. Sin embargo, Nadal aguantó de forma estoica la agresividad del germano, alcanzando dos derechas prácticamente imposibles y sacándose de la chistera un passing shot que dejó al alemán atónito en la red y al público enloquecido en las gradas.
Fue una de las imágenes del partido en lo que al tenis respecta. Sin embargo, lo que más ha dado la vuelta al mundo ocurrió en el último punto del decimosexto juego del segundo set, con 40-30 para Nadal al servicio y un 5-6 a favor de Zverev en el global de la manga tras imponerse el español por 7-6 en la primera. Al intentar devolver un golpe, el jugador de Hamburgo hizo un mal gesto con su tobillo derecho y cayó al suelo totalmente roto. Sus gritos de dolor, realmente estremecedores, no se hicieron esperar.
Zverev, al cojear de forma ostensible, no tuvo más remedio que marcharse a los vestuarios en silla de ruedas, con un silencio casi absoluto adueñándose tanto de la Philippe Chatrier como de la retransmisión televisiva. Finalmente, reapareció en la pista apoyado en unas muletas para ratificar su abandono y despedirse de unos aficionados que le trasladaron el mayor de los ánimos en forma de una calurosa ovación. Nadal tampoco se quedó atrás en cuanto a deportividad, dándole un abrazo muy cariñoso a su contrincante antes de dar por concluido el partido.