Casanova no se aprovecha ni de sus "polémicas" y su película 'Piedad' patina en los cines: "Macabra"

Un 95% de las salas de cine de España han descartado emitir la película en sus pantallas y el público la califica de «macabra»

El actor y cineasta Eduardo Casanova se lleva un varapalo con el estreno de su segundo largometraje, La Piedad. Tras estrenarse con Pieles en 2017, el joven cineasta ha presentado un nuevo proyecto que ha estado rodeado de polémica y rechazo por parte del público.

La película, con mucho terror y paranoia, está protagonizada por Ángela Molina, Manel Llunell, María León y Ana Polvorosa y trata temas como, el melodrama, la obsesión, la enfermedad, la maternidad y la dependencia.

Los espectadores la definen como «macabra», «decepcionante» o «aburrida» entre otros adjetivos. Señalan que carece de un hilo conductor y que transmite «una sensación de pobreza audiovisual y narrativa imposible de paliar».

«La propuesta resulta un mero pretexto para que su director, Eduardo Casanova, materialice y grabe (con un material técnico de calidad) extrañas y alocadas ideas que en su cabeza son espectaculares pero que desde fuera no tienen sentido ninguno», señala una crítica tras analizar el film.

Pero el público no es el único que rechaza la nueva producción ya que un 95% de las salas de cine de España han descartado emitir la película en sus pantallas. Las tres salas de Madrid que le han abierto la puerta son Cine Yelmo Ideal, el Artistic Metropol y el Ocine en Alcalá de Henares.

Desde que empezó con la promoción de su estreno, Casanova ha protagonizado una serie de declaraciones que han dado de que hablar. En una entrevista para el periódico El País, el joven llegó a afirmar que «estaría muy bien acabar con la humanidad, pero como somos un puto virus, no va a pasar». Asimismo declaró que tener hijos «es un acto completamente egoísta: tu hijo, hije o hija va a vivir un mundo horrible. Y tú lo traes sin preguntarle si quiere venir”.

Por otro lado, en una entrevista con la revista Cinemanía, Casanovas dijo que «ojalá hubiese más cines que iglesias».