Una DANA llega a España: ¿son posibles los desbordamientos como los de Italia?
Las inundaciones al noroeste de la península itálica han tenido consecuencias trágicas con muertos y desaparecidos
Inundaciones en Italia
La primera mitad de mayo se ha desarrollado de manera excepcional en términos de precipitaciones en las distintas zonas de Italia. En algunas regiones, las cantidades de lluvia acumulada superan los 500 litros por metro cuadrado, algo que normalmente se alcanza en un promedio de siete u ocho meses. Todo indica que este mes marcará un nuevo récord en términos de lluvias.
La situación en Italia era muy similar a la que experimenta actualmente la península ibérica, una gran sequía. Sin embargo, la situación se alteró con la llegada de las lluvias torrenciales, lo que demuestra que la temporada seca motiva la llegada de fuertes lluvias en el ámbito del mediterráneo.
¿Cuál es la situación de Italia?
Las lluvias catastróficas que está sufriendo Italia se originaron en España hace algunos días con fuertes tormentas relacionadas con un notable bloqueo de aire frío que se desplazó hacia el centro del Mediterráneo. Como resultado, se produjo un proceso de ciclogénesis en la superficie, lo que generó un área de baja presión atmosférica.
La borrasca ha provocado que vientos marítimos cálidos y húmedos se desplacen hacia el noreste de Italia. Además, se ha ido debilitando gradualmente, lo que ha permitido que el flujo de humedad persista durante varios días. A esto se suma el impacto de la topografía de la región, ya que esta masa de aire cargada de humedad choca con las montañas de los Apeninos, lo cual explica por qué el sureste de Italia ha sido la zona más afectada por las lluvias.
En Francia e Italia se utiliza el término «gota fría» para describir una situación meteorológica particular que, aunque típicamente se asocia al otoño, puede ocurrir en cualquier época del año.
En Italia, las consecuencias de las inundaciones se ven agravadas debido a la ocupación de áreas propensas a inundaciones, como las llanuras aluviales. Esto significa que las zonas que naturalmente deberían servir como áreas de desbordamiento de los ríos han sido ocupadas por asentamientos humanos u otras infraestructuras, lo que aumenta el impacto y la severidad de las riadas.
¿Puede ocurrir en España?
Se espera que la inestabilidad atmosférica persista durante varios días debido a la presencia de bolsas de aire frío o pequeñas Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANAS) que se desplazarán hacia nuestras latitudes.
Según el modelo de pronóstico de Meteored, se pronostican tormentas que podrían ser localmente intensas en ciertas áreas de España, especialmente en el sur, este y las Islas Baleares hacia el final de esta semana.
Existe la posibilidad de inundaciones locales o crecidas repentinas, así como la caída de granizo en algunas zonas. Es importante estar alerta y tomar precauciones necesarias ante estas condiciones meteorológicas adversas.
A diferencia del episodio de lluvias intensas que está experimentando Italia, en España se esperan precipitaciones que, aunque no resolverán por completo la situación de sequía, sí proporcionarán cierto alivio.
Los chubascos primaverales aliviaran los efectos de la sequía
El fin de semana se producirán lluvias en el extremo norte y chubascos en Cataluña, Baleares y otros puntos del este y sur de la Península. En el resto del país aumentará la nubosidad pero las precipitaciones serán menos probables. Las temperaturas tenderán en general a subir, especialmente en la mitad norte.
Según informa la web meteorológica Meteored, «tendremos un tramo final de mes húmedo, con lluvias por encima de la media en gran parte del territorio peninsular, Baleares y Canarias. Tanto en la franja central de la Península como en la oriental es donde el modelo señala un mayor nivel de confianza».
Esta predicción, indican los expertos de Meteored, «invita a pensar en que la actividad tormentosa continuará esos días, favorecida por la presencia de aire frío en altura. El carácter irregular de los chubascos primaverales aunque no ponga el punto y final a la sequía, aliviará en parte sus perniciosos efectos, especialmente en aquellas zonas donde la situación es más crítica».
