“El periodista Carlos Sosa, pareja de la magistrada Victoria Rosell, no pide dinero a los lectores del periódico que dirige, Canarias Ahora, para hacer frente a la fianza impuesta por una jueza de Madrid, como publicó el pasado 25 de abril The Objective.
Es falso que Carlos Sosa presentara “en un primer momento (…) como aval el capital del diario Canarias Ahora” y que tal cosa fuera rechazada por la jueza. Como se acredita en el documento adjunto, Carlos Sosa presentó el aval de una compañía de seguros que tiene contratada su periódico para hacer frente a las responsabilidades civiles que pudieran exigírsele. Hasta el momento, ese aval no ha sido rechazado por la jueza porque cumple perfectamente con todos los requisitos legales, por lo tanto es falso que se esté pidiendo a los lectores dinero para hacer frente a una fianza judicial.
Es absolutamente falso que Carlos Sosa esté acusado “por los delitos de acoso, odio y revelación de secretos contra una menor de edad”, como recoge la información en su primer párrafo. La querella del señor Alba Mesa y de su esposa, Teresa Lorenzo Establier, en ningún momento señala la comisión de ese delito, como tampoco ninguno de los escritos de la jueza que ha decidido abrir juicio oral contra Carlos Sosa.
Como puede leerse en la parte dispositiva del auto de apertura de juicio oral (que se adjunta), notificado a las partes el pasado 6 de febrero de 2024, la jueza acuerda que se tenga formulada acusación contra Carlos Sosa: “a) por un delito continuado de descubrimiento y revelación de secreto contra Dª Teresa Lorenzo Establier; b) por un delito continuado de descubrimiento y revelación de secreto contra D. Salvador Alba Mesa; c) por un delito continuado de descubrimiento y revelación de secreto contra la menor Lucía Alba Lorenzo; d) por un delito de odio; e) por un delito de acoso respecto de Dª Teresa Lorenzo Establier; f) por un delito de acoso respecto de Salvador Alba Mesa”.
Es falso que Carlos Sosa haya difundido en su periódico “la imagen de una niña sin el consentimiento de sus padres”, como afirma la redactora en su información. La imagen de la niña jamás se ha publicado en Canarias Ahora. En la única fotografía en la que aparece con sus padres, fotografía que ellos difundieron ampliamente en varios grupos de WhatsApp, la cara de la menor aparece difuminada, por lo tanto es irreconocible e inidentificable”