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Una marca de agua enlatada se ríe de Pepsi y sortea entre sus clientes un caza de combate

Si el ganador del concurso no quiere el jet, puede optar por un maletín con 250.000 dólares

Una marca de agua enlatada se ríe de Pepsi y sortea entre sus clientes un caza de combate

La compañía que vende el líquido elemento como si fuera un refresco asegura que no le pasará como al gigante de la cola en 1996.

Lo regalan. O más bien lo sortean. La marca de agua enlatada estadounidense Liquid Death entregará un caza de combate a uno de sus clientes. Eleva el nivel de su publicidad, al tiempo que se pitorrea de Pepsi tras su fallido intento de hace tres décadas. El resultado de aquella promoción se torció tanto que acabó como documental en Netflix.

La compañía que vende el líquido elemento como si fuera un refresco asegura que no le pasará como al gigante de la cola en 1996. En aquel año, Pepsico estaba en guerra abierta contra su archienemigo Coca-Cola. Los de marketing encontraron campo libre para sacar todos los conejos de sus chisteras; tenían cheques en blanco para superar a sus respectivos competidores. Así que en Pepsi no tuvieron mejor ocurrencia que sortear diversos productos entre sus consumidores, a los que entregaba cupones cada vez que compraban sus productos.

En los tapones de sus botellas había códigos con un valor virtual de 10 centavos de dólar, con los que podían llevarse una camiseta (75 puntos), unas gafas de sol (175 puntos) o una chaqueta (1.450 puntos). Shakira, Shaquille O´Neal, Las Spice Girls o Britney Spears formaron parte de un plan llamado Pepsi Stuff bajo el lema «Bebe Pepsi, consigue cosas».

En un anuncio emitido durante la Superbowl de aquel año, como remate colorista, y a modo de broma comercial, Pepsi prometía regalar un Harrier AV-8 a aquel que acumulase 700 millones de puntos, una cifra alocada. Pero el cartel se leía mal en la publicidad, y lo rebajaron a siete millones. Sin embargo, no se dieron cuenta de un detalle matemático: a razón de diez céntimos por punto, bastaba con invertir 700.000 dólares para adquirir una aeronave que costaba 37 millones de dólares en aquel momento, toda una ganga.

Lo que nunca imaginaron es que alguien acumulase semejante cantidad de puntos comprando sus productos. Un tipo llamado John D.R. Leonard les reclamó el premio anunciado, y aquello acabó en los tribunales. El resultado se puede ver en un documental llamado Pepsi, ¿dónde está mi avión?

Liquid Death envasa agua con gas o sin ella, con sabor a frutas, o té de varias tipologías. Y aunque pueda parecer lo contrario, su eslogan no te invitan a morir ahogado con sus bebidas, sino a matar la sed. Esa es una de las frases que han serigrafiado sobre la epidermis de un Aero L-39 Albatros, un avión de combate… que nunca entró en combate.

La muerte líquida… de la sed

En su afán por encontrar la viralidad necesaria, de encontrarse con su núcleo duro de clientela, los más jóvenes, regalan esta aeronave en un concurso. Dado de baja por una fuerza aérea no declarada, desmilitarizado, y con un valor aproximado de 400.000 dólares, no viene solo. El Albatros, ahora propiedad de la compañía de aguas, ha recibido la denominación de «El Deshidratador». La razón es muy explícita, y queda bien clara en su canana promocional: «porque puede ir tan rápido que te mearás encima».

El L-39 se desarrolló por primera vez en la Checoslovaquia comunista como avión de ataque ligero. Hoy en día, muchos países lo utilizan como avión de entrenamiento, especialmente los miembros del antiguo Pacto de Varsovia. Todavía se fabrican versiones actualizadas del L-39, aunque El Deshidratador es un modelo poco usado, con una velocidad máxima de unos 670 kilómetros por hora, y un techo operativo de 37.000 pies, algo más de 12.000 metros. Nunca ha entrado en combate, porque hasta donde se sabe, tampoco se ha armado nunca.

Aeronave diurética

Junto con el Albatros, el afortunado ganador también recibirá seis meses de espacio gratuito en un hangar, un casco de piloto, un año de suministro de Muerte Líquida «para rehidratarse después de vomitar y orinarse encima», y un portavaso en la cabina para toda esa agua o té. Todo lo que hay que hacer es visitar el sitio web del sorteo y validar una cadena de mensajes de texto, comprar un producto Liquid Death en una tienda física y enviar una foto con el recibo de la adquisición. La empresa hace especial hincapié en que los participantes en el concurso no tendrán que llevarles a los tribunales para conseguir el premio.

Cada compra de producto entre el 21 de mayo de 2024 y el 4 de septiembre de 2024 cuenta como una participación, y cada particular puede intentarlo un máximo de 400 veces, ni una más. También se puede enviar una postal por correo para conseguir cuatro participaciones, según el reglamento oficial.

Liquid Death se ríe de Pepsi, al tiempo que se autodenomina como una «empresa de bebidas divertidas que odia el marketing corporativo tanto como tú». Y si el ganador del concurso no quiere el jet, puede optar por un maletín con 250.000 dólares, con el que se puede comprar miles de latas de Pepsi.

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