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El hombre que lo sabe casi todo sobre el caso de Daniel Sancho

«Sólo nos interesa el caso por la condición morbosa de que el hijo de un famoso haya podido cometer dicha atrocidad»

El hombre que lo sabe casi todo sobre el caso de Daniel Sancho

Ilustración de Alejandra Svriz.

Se dice que hay que tener amigos hasta en el infierno. Un servidor tiene la suerte de tener uno que lleva tiempo dentro de él, removiendo el caldero a cuatro manos junto con el diablo. Y es que Joaquín Campos lleva investigando el caso de Daniel Sancho desde su origen, y es sin duda alguna, el que más sabe sobre el tema. 

Joaquín Campos es un escritor y periodista freelance nacido en Málaga, pero que desde hace años ha vivido en Tailandia y en otros países. Por tanto, es conocedor de la cultura y costumbres de esta región del planeta. Escribe sobre este caso tan mediático en diferentes medios de comunicación, y muy pronto sacará un libro sobre el tema en la editorial La Esfera de los Libros. 

Joaquín Campos en estos momentos está ya en Tailandia cubriendo cualquier información sobre el caso, a la espera de la sentencia que se dará el jueves 29 de agosto. Quise aprovecharme de su amistad —¿para qué están los amigos si no es para esto?— y que me contara cómo veía las cosas a falta de un día para que se dilucide como acaba el proceso, también kafkiano, como el título de esa maravillosa novela. En este caso, la metamorfosis no sólo la ha sufrido Daniel Sancho, sino también todos los que le rodean.

Joaquín empieza a contarme: «Vamos a empezar por el principio. Hay un hombre que es detenido, y que reconoce que ha matado y descuartizado a su pareja, el cirujano colombiano Edwin Arrieta. Esto acontece el 2 de agosto del año pasado, y el reconocimiento de los hechos es el día 5. Hay otra declaración más y reconstrucción de los hechos donde Daniel Sancho dice lo mismo que en la primera declaración. Hasta que llega Marcos García Montes, abogado mediático, a quien contrata su padre, Rodolfo Sancho».

Campos se le ve seguro en sus argumentaciones, fluye como agua de manantial y se explica de la misma forma cristalina: «A partir de este momento todo se gira. Tras las primeras declaraciones ante el juez donde dijo lo mismo, empieza a retractarse. Dice que no lo ha matado, y que ha sido una pelea donde él se defendía de un intento de violación por parte de Arrieta. Un hombre de un metro 70, bastante mayor que él y cuya complexión física es la típica de un ‘fofisano’, contra un Daniel Sancho de un metro 90 y cuerpo esculpido en el gimnasio. Lo que intentaban con esto era rebajar una pena que ya daban por segura. En el juicio se explican cosas que quedan muy claras. El forense reconoció que le podía haber salvado la vida cuando estaba agonizando, y esperó a que muriera para descuartizarlo». 

El audio de este True Crime se está poniendo tan interesante que no digo nada. Saberme el único oyente ante semejante salvajada me deja sin voz. Joaquín parece que hablara solo y que le contara lo que sabe al universo: «Marcos García Montes empieza a inundar las televisiones con una sola perspectiva de la historia. Las dos primeras declaraciones de los hechos donde los reconoce, no es que no valgan, es que no se comentan en ninguno de estos programas. Se incide en el tema de la violación y que Arrieta murió a consecuencia de la pelea entre ambos, y que por descuartizar en ese país sólo te meten un año de cárcel».

«Tailandia es un país pragmático, donde tres tipos de policías diferentes —la policía turística de Koh Pha Ngan, la isla donde sucedieron los hechos, la policía provincial de Surat Thani, y la policía nacional del país— coinciden en que es un asesinato premeditado de manual, y lo que hacen es emitir este informe al fiscal, que lo estudia y lo acepta. Dicho fiscal presenta los cargos, que son asesinato con premeditación, ocultación del cuerpo por descuartizamiento, y que tiró los efectos personales de Edwin Arrieta, el pasaporte, el teléfono móvil, etcétera».

La voz de Joaquín Campos masajea mis oídos, aunque lo que oigan haga que se enrojezcan de manera sangrienta. «El abogado ha convencido a Daniel Sancho de que podría ser absuelto. Pero en Tailandia todo el mundo piensa que es una pena capital de manual. Lo cree todo el mundo relacionado con la judicatura en ese país. El caso sólo fue mediático en Tailandia la primera semana tras los hechos».

Está claro que en España sólo nos interesa el caso por nuestra condición morbosa de que el hijo de un actor famoso de nuestro país haya sido capaz de cometer dicha atrocidad. Mientras yo pienso estas cosas, Campos sigue a lo suyo: «¿Por qué se utiliza la pena de muerte frívolamente?  Muy fácil, porque en Tailandia no se ejecuta a ningún extranjero desde hace más de veinte años. Es un país que vive del turismo y no quiere tener problemas con los occidentales. Han solicitado el ‘Perdón Real’, eufemismo que se utiliza para que te pasen a cadena perpetua. Si la obtuvieran, en ocho o nueve años Daniel Sancho estaría en España, donde tendría que seguir cumpliendo su pena en una prisión, pues es un delito muy grave».

Si Daniel Sancho vuelve a casa por Navidad, aunque sea dentro de unos años, un servidor ya se lo podría creer todo, y es lo que a España le falta para que el sindiós se perpetúe en el tiempo. Joaquín me avisa de que tiene que terminar, está muy ocupado con todo lo relacionado con este caso, pero aún tiene tiempo para decirme alguna cosa más: «Marcos García Montes va diciendo por ahí que como mucho es homicidio imprudente, que se pelearon y al caer al suelo Edwin Arrieta se rompió el cuello. Hay un enfrentamiento además entre el padre y la madre de Daniel Sancho. A la madre la han sacado de la ecuación, a la mujer que trajo al mundo a Daniel. Se odian de manera furibunda. Ambos se han denunciado por vejaciones y todo en los últimos meses». 

«Rodolfo Sancho aceptó que se hiciera un documental sobre el caso. Estos documentales no los suele hacer el padre del asesino, sino el padre del asesinado. Lo normal es buscar el punto de vista de las personas cercanas a la víctima. Por eso ha habido tantas críticas nacionales e internacionales porque este hombre se haya forrado aprovechando la masacre que ha perpetrado su hijo. En Colombia no están ayudando mucho con la investigación porque la familia de Arrieta es ultra católica, y no desea que se expanda que su hijo mantenía relaciones homosexuales, y que daba cientos de miles de euros a su novio en Madrid, y es la razón por la que no quieren remover el tema. Sólo les interesa que hay un asesino y que pague por lo que ha hecho». 

Joaquín Campos se despide de mí con su amabilidad característica. Faltan horas para saber la sentencia y los abogados están preparados para recurrir si esta es como parece que va a ser. La justicia tailandesa no suele dudar una vez da un veredicto, y suele ratificarse en los mismos. Su acierto será el de todos.

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