Lucía Etxebarría: «A mí de la cocaína me salvó la epilepsia»
La escritora, con más de dos décadas de trayectoria, visita El purgatorio: «Me he quedado sin amigos por mi posición con la ley trans»
Lucía Extebarria (Valencia, 1966) tiene el encanto de esas entrevistadas que se sueltan por completo, y charlan contigo como si se tratara de una barra de bar. Con menos ruido, y seguramente con más capacidad de análisis, aunque nos falten unas aceitunas de por medio. Con la escritora, premio Planeta en 2004 y con una legión de seguidores a sus espaldas, damos un repaso por la actualidad política, sin entrar en el barro y el drama que sigue sufriendo Valencia. Desde Errejón al hombre de izquierdas, el feminismo de Irene Montero hasta pasar por su férrea posición contra la ley Trans o el pronóstico tan claro que deja cara a las elecciones presidenciales de EEUU: «Sé que va a ganar Trump».
PREGUNTA.- ¿Alguna vez ha llegado al límite de la contradicción entre la persona y el personaje?
RESPUESTA.- (ríe) No, porque mi núcleo irradiador respecto a sus sectores subalternos, no lograba emanciparse de la clase oprimida y entonces me veía en una dialéctica semántica y política referida al centro cósmico del proletariado. Esto es el perroflautés, aunque el errejonés es una variante dialectal.
P.- Esto, por si hay alguien perdido, viene del comunicado de dimisión de Iñigo Errejón: «Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano».
R.- Su forma de vida neoliberal se refiere a que cobraba 102.000 € al año y ponle dietas, parabienes. Entonces en realidad estaba cobrando unos 12.000 € al mes, probablemente. Mínimo 9.000, máximo 12.000 euros.
P.- ¿No le sorprendió lo de Errejón?
R.- Nada, antes de estar aquí te he estado enseñando unos mensajes que están en mi teléfono. En los que yo iba contándole hace un año a mis amigos una historia de una amiga mía que se parece muchísimo a las historias que han salido. Y cómo has visto, hay otro mensaje de otro amigo mío que me dice «si es que lo que le pierde a este chico es la sustancia, la noche, la farra». Entonces, claro, a mí me extraña porque yo, que no soy nadie, sabía toda esta movida. Y ya tenía una conocida a la que este señor la había echado de casa con cajas destempladas porque se había negado a hacer determinadas cosas.
Si yo, antes de que Sumar admitiera que este hombre estaba en tratamiento, ya lo sabía todo, ¿cómo no lo van a saber los demás? Quiero decir, si te llamas Íñigo Errejón o te llamas Amaia Montero, Leire Martínez o cualquier persona conocida, si vas a determinados bares y haces determinadas cosas, la gente lo comenta. No es muy difícil saberlo. Y este señor a partir del 2021 se corta un pelo más, es decir, deja de ir a determinados bares y a determinados sitios porque sucede el incidente de la calle de la Fe y entonces él se encierra más en su núcleo irradiador.
P.- ¿La calle de la fe es donde se produjo ese episodio que hubo con un señor mayor?
R.- Sí, con el señor al que supuestamente agredió o no agredió. Finalmente, no es que se le absolvió o que se declarara no culpable, es que el juez dijo que había versiones contrapuestas y que no se podía pronunciar. Lo que sí se sabe es que él sale de la calle de la Fe, que es una calle que en aquel momento era una calle, eso es Lavapiés, si tú quieres pillar cocaína, te vas a la plaza y te van a dar matarratas. Si quieres un poco de mejor calidad, te vas a la calle de la fe. Bueno, oye, que mucha gente hemos ido a la calle de la Fe y no nos metemos.
Él sale de la calle de la Fe y entonces hay una bronca, él sale corriendo. Hay un video en el que se ve cómo los amigos le agarran y él dice que sale corriendo porque es que ha visto un individuo de raza negra con malas intenciones, le cito textual. Entonces, claro, cuando tú ves a Íñigo Errejón, que mide un metro noventa y los dos colegas que van con él en el vídeo miden un metro ochenta, dices ¿Pero qué miedo te va a dar a ti nadie?
Entonces, a partir de ese incidente se le deja de ver. Y no se le ve en tantos sitios, pero que se dice, se rumorea, se comenta, sí. Tú has visto los mensajes que hay en mi teléfono y no son de una vez que ha salido la cosa, son de antes. Sí, había muchos rumores, pero a mí la cuestión no es si a este señor en su vida privada le gusta una opción sexual o la otra, o la tercera. La cuestión es que han reconocido ya que tenía una adicción al sexo y a las sustancias. Esto se llaman adicciones cruzadas. Tú has mezclado sustancia, violencia, sexo, esto es un estímulo muy fuerte. Si lo pones los tres juntos ¿Qué sucede? Pues que es como si le echaras gasolina a un Diesel. El motor se rompe.
«Si yo, que no soy nadie, sabía lo de Errejón, ¿cómo no lo iban a saber en Sumar?»
Entonces tú ya no puedes disfrutar de la vida sin estímulos muy fuertes, sin chutes de dopamina fortísimos, porque tu sistema neurológico está dañado. Lo que yo me pregunto es si ustedes sabían que esto pasaba, si más o menos todo el mundo lo sabía o lo comentaba, si era una especie de secreto a voces, ¿Por qué este señor ganaba 102.000 €? Sobre el papel, claro, porque era bastante más dinero, esto no lo gana ningún alto ejecutivo de ninguna parte. Y luego, si este señor se podía dedicar a tener todo ese sistema de voy persiguiendo a señoritas por el Instagram y les dedico muchísimo tiempo, ¿cuándo trabajaba? Entonces esta formación que venía a asaltar los cielos y a decirnos que jamás cobraría más que tres sueldos mínimos, bueno, los tres sueldos mínimos son como mucho 3.500 €.
Igual no sabías que él tenía esas actitudes con las mujeres, pero si sabías que había tenido un momento en la calle de muy poco autocontrol, si sabías que estaba en tratamiento, porque esto lo dice él. Y se rumorea, se comenta o se ha llegado a publicar que no le pusieron de ministro y lo dejaron en portavoz porque no se fiaban. Algo sabrías. Lo que no me creo es que Urtasun o Yolanda Díaz no estén al cabo de la calle de algo que estaba yo al tanto. Es como si vienen ahora y te dicen «Lucía Etxebarria es abstemia», tú te descojonas porque todo Madrid sabe, está ha dejado de beber hace poco, pero cuando bebía, vamos, se hacía toda la calle. Yo no lo voy a negar, cuando uno es famoso sabe que más o menos todo el mundo lo va a conocer.
P.- ¿Ha sido adicta al alcohol?
R.- Adicta creo que no. Es decir, alcohólica anónima no, borracha conocida sí. No es algo de lo que esté orgullosa, pero llegado a un punto de mi vida dije aquí tengo que cortar.
P.- Hablando del tema del asunto de las sustancias, he leído que a usted la epilepsia le salvó de la cocaína.
R.- Gracias a Dios. Porque mira, aquí lo que existe es una enorme hipocresía al respecto. Gente que en público nada, pero todos sabemos que en privado sí. Y entonces hay una especie de pacto tácito de que esto no se dice. Y no me refiero solo a periodistas o a políticos. España es el país con más consumo de cocaína de Europa. Te puedo hablar de camioneros o de quien sea. Donde en cualquier pueblo, en una verbena de pueblo tú sales de marcha y un señor te ofrece, pero en una verbena de pueblo o en un mitin de cualquier partido.
Y existe una especie de acuerdo tácito en callarnos esto. Y ahora voy directamente a Más Madrid, ¿cómo se os ocurre hacer una guía para chemsex? Una guía de cómo drogarse bien, no hay manera de drogarse bien. Y sobre todo si mezclas el sexo con las drogas, estás haciendo una adicción cruzada que es mucho más complicada de romper que cualquier otra. Porque te estás cargando tu sistema de recompensa, lo estás friendo. A ver, ustedes les parece mal que este chico tenga determinadas prácticas y por otro lado, resulta que tenían talleres en Podemos y todas estas formaciones de BDSM…
P.- Pero el BDSM, las prácticas, eso no es delito, en el caso de Errejón es si no lo hacía de manera consensuada.
R.- Tú tienes que tener una palabra de seguridad que al parecer él no usaba. Ahora voy a mi opinión personal. Y es que incluso con la palabra de seguridad y control, son prácticas muy peligrosas. Empiezas ya con una baja autoestima, creyendo que está bien que te agredan y luego imagínate si yo hago un pacto con quien sea para que me corte un dedo. Da igual, aunque yo lo he dicho mil veces, es delito. Entonces habría que preguntarse por qué si yo firmo un pacto, alguien me puede pegar.
Pero desde luego hacer promociones del BDSM o desde luego promocionar el chemsex, o sea, el drogarse en grupo. No existe forma segura de drogarse, nunca tienes ninguna garantía de lo que te va a pasar. Es una barbaridad promocionar las drogas o promocionar el chemsex. A mí la hipocresía de que una formación política que se mantiene con mis impuestos se los está gastando en guías seguras de chemsex o de BDSM, me parece una locura.
P.- ¿Tiene constancia de que hay otros políticos que tengan más problemas con drogas?
R.- No es un asunto mío, a mí realmente me da igual. Lo que pasa es que si tú sabías que alguien tenía un problema de adicción cruzada, primero por humanidad, tenías que haberle dicho dimite, vete un año, ingresa en un centro y hablamos. Y segundo, no le pones en un puesto de responsabilidad, es de cajón. Porque si tú tienes un problema de adicción a sustancias que dañan el lóbulo frontal, tu capacidad de tomar decisiones está dañada.
P.- Asuntos internacionales. En el momento en que sale esta entrevista estamos a menos de 48 horas de que se celebren las elecciones presidenciales de EEUU, es cierto que cuando hablamos contigo, todavía quedan más días de campaña, hay más margen para que cambie o no el sentido del voto de muchos indecisos…
R.- O sea que va a tener más valor si gano la premonición. Vamos a ver, si yo te digo, va a llover mañana, no es que yo sea favorable a la lluvia, es que he visto el parte meteorológico y esto la gente no lo entiende. Porque se ha llegado a una parte en la que parece que si dices que va a ganar Trump, pues es que estoy de acuerdo con Trump en todo. Yo sé que va a ganar Trump porque es de cajón. O sea, todo puede pegar una vuelta, pero de momento va ganando por goleada.
P.- ¿Tan claro lo tiene?
R.- Si tú vives en Europa no lo entiendes, pero si tú vives en Estados Unidos, recuerda que en Estados Unidos hay 339 millones de personas. Y entre esos millones de personas hay gente que vive en Ohio, en Utah, que vota. Todos hemos visto muchas películas en Nueva York, San Francisco, pero Nueva York o San Francisco e incluso lo más pijo de Seattle no son Estados Unidos. Estados Unidos es como en la peli de Comancheria. Entonces, ¿Qué pasa con Kamala? Primero, no tiene hijos. Tiene unos hijos postizos de su marido, pero no son suyos. Cuidado que en Estados Unidos esto es complicado. Segundo es negra. Aunque tuviera todo el voto negro a su favor, no tendría todo el voto, pero ni siquiera tiene todo el voto negro a su favor ¿Por qué? Porque los votantes negros son tremendamente conservadores.
Michelle Obama solo había tenido de novio a Obama y la madre de Michelle era una señora de Chicago, pobre, paupérrima madre coraje que había sacado a sus hijos adelante. Esto a la población negra americana le encanta. Pero esta es una señora cuyo padre y su madre son ricos, que tiene bastantes novios antes de casarse con el actual, uno de los cuales es el alcalde de San Francisco, que estaba casado. Esto no se ve bien entre la población afroamericana que, en según qué entornos, es tremendamente conservadora, suelen ser baptistas en general.
Y luego quieren meter todo el asunto diversidad, inclusividad, cosa que cuando ganó Biden, él no iba diciendo «vamos a hacer experimentos con menores». No gano diciendo «vamos a meter hombres en cuartos de baño», no gano diciendo eso, con la agenda woke. Pues es que Trump ha hecho un paseo. Ha dicho, «todos los demócratas que estáis alucinando veniros para aquí». Además, ha sido muy listo porque yo soy el abuelito bonachón estilo Carmena. Y se ha puesto debajo a una gente que es muy buena, Vivek Ramaswamy, Elon Musk, J. D. Vance, Robert F. Kennedy Jr…
Él los lanza y va de viejecito, pero tiene un montón de gente debajo. Aparte ha hecho una campaña muy barata, muy envolvente, con pequeños videos virales por internet, y debe tener un equipo de comunicación de bajo brutal. Entonces yo iba siguiendo toda la campaña y veía que iba a ganar. ¿Por qué a quién tienes al otro lado? Pues Kamala es como Yolanda Díaz, pero mucho más guapa. Es una señora bien vestida, guapa y en principio lo tiene todo porque es mujer, es negra, es diversa, patatín, patatán hasta que habla. Empieza a hablar, hace un poco ensalada de palabras a lo Yolanda Díaz. Kamala no es tonta, pero no tiene el currículum de Vance o la pasta para montarse la campaña como Trump.
«Tengo miedo a que me llamen feminista y me asocien a Irene Montero»
P.- Si viviera en Estados Unidos y pudiera votar, ¿por quién lo haría?
R.- Esto dependería mucho del estado en el que estuviera. Porque tú crees que te vas a votar a un presidente, y que tu presidente te va a ofrecer algo, pero no. Por ejemplo, ellos dicen Trump va a prohibir el aborto, no, Trump va a devolverle a los estados que decidan sobre el aborto, que es lo que han pedido siempre. Si tú vives en Nueva York te va a dar completamente igual que presidente hay. En realidad son más de 300 millones de personas, 52 estados. Y realmente lo importante es el gobernador, todo lo demás es maquillaje. Entonces, no sé, no vivo allí.
P.- Se lo pregunto de otro modo, ¿Quién le genera más simpatía?
R.- Hombre, reírme más me río más con Kamala, pero es que yo no sé ni siquiera si votaría. Aquí hay una cosa importante, y es que se nos ha olvidado que la gente que somos periodistas en teoría no deberíamos tener simpatías políticas. Hemos ido completamente a lo contrario. Si te intentas mantener independiente no trabajas. Yo me puedo permitir no tener simpatías políticas, lo cual me permite un análisis frío y por mi análisis frío creo que Trump gana porque basta con ver el acto del Madison Square Garden y como lo ha llenado.
P.- En un análisis frío también podremos decir que es un precedente grave o serio que una persona como Donald Trump, que no aceptó los resultados de 2020, pueda volver a llegar a la Casa Blanca.
R.- Bueno, ten en cuenta que en Estados Unidos no te piden ID para votar ¿Tú aceptarías?
P.- ¿Le parece razonable que Donald Trump no acatará los resultados?
R.- Todavía flipo de que en Estados Unidos puedas ir a votar sin enseñar el DNI. A partir de ahí, yo no acataría nada. Pero te vuelvo a decir, en esto un analista político tiene que ser neutral. Entonces esto es muy triste, que se haya generalizado el pensar que si yo digo que va a ganar Trump, soy pro Trump, no, yo miro las cosas desde la frialdad.
P.- De todos modos, por sus palabras intuyo que le cae mejor Trump que Harris.
R.- Kamala me parece muy simpática, realmente muy guapa. Es como decir que Feijóo me parece un señor estupendo, me lo parece, estupendo y cuando lo he visto en distancias cortas me parece estupendísimo, pero tiene el carisma de una lechuga. Seamos realistas. Una cosa es que Kamala te caiga muy bien y otra que digas ¿esta señora tiene sustancia para aguantar una campaña? Pues igual no.
P.- Por retornar un momento a la política nacional, donde de momento no hay previstas elecciones cercanas, si le he leído muy preocupada por el nivel de polarización del país.
R.- Sí, yo, como todo el mundo sabe, empecé a abrir los ojos con lo de la ley trans. O sea, no me podía creer que esto lo fueran a hacer. Hasta el último momento pensé que no serían capaces de sacarla y sacaron esta ley con premeditación y alevosía en un decreto urgente y de rondón. Cuando se está empezando a ver que todo lo que decíamos era verdad, pues oye, mira, os la coméis con patatas. Hasta luego, Lucas. Todo lo que daba siempre eran datos, nunca he sido de montar pollos ni nada. Pues me he quedado sin amigos, me han agredido en bares, me han agredido en la filmoteca, me han retirado de una exposición, una organización que pagaba yo con mis impuestos y que vive de mi dinero.
¿Entonces qué? Recuerdo a J.D Vance saliendo hace poco diciendo «Usted no se puede permitir que tenga a alguien de la familia al que no le hable usted porque va a votar a Harris. Como mucho puede usted intentar debatir con él, pero no seamos como ellos» Es verdad. Recuerda a Julio César cuando se va a la Galia y cómo ganan los romanos las Galias, cuando se empiezan a pelear unos con otros. Maquiavelo le dice al príncipe que pelee a sus súbditos entre sí. ¿Por qué se mantuvo tanto el apartheid cuando los blancos eran poquísimos y había mucho más negros? Porque en las tribus se peleaban entre sí.
«Tengo prohibido por la ley trans decir lo que ven mis ojos»
P.- Divide y vencerás.
R.- Exactamente. Con lo cual a mí la dicotomía izquierda derecha me parece absurda. Yo soy antitaurina, era la típica feminista de carnet. Ahora se han cargado el feminismo, pero es lo mismo, lo han dividido. A mí mañana me ofrecen irme a Andorra, depende según y quien, puede ser que me vaya. No tengo gran emoción de ser española. Cuando alguien te está intentando dividir es para que no te fijes en lo que podrías hacer. Somos 3 millones de autónomos. Si los 3 millones de autónomos juntos nos uniéramos, no existiría la destrucción del trabajo autónomo que hay ahora, porque ahora en España nadie puede ser autónomo.
Esto se está cayendo todo en pedazos. Hay cosas que son completamente delirantes, ¿Dónde se fueron los dos mil millones del Ministerio de Igualdad? Por favor, alguien me lo cuenta y ochenta millones que no están auditados, que han desaparecido. Cómo me puede venir un señor y me dice que no va a haber amnistía, y luego sí. No voy a pactar con Podemos, bueno, vale, pacto con ellos. Y hace unos días, el control de RTVE.
Entonces, mientras nos tengan enfrentados unos con otros y te creen una secta, tú no ves lo que hay allí. Mientras tú crees, no puedas hablar con este porque todo lo de aquí hasta allá es ultraderecha y yo no puedo dirigirle la palabra a esta persona. Entras en un rollo sectario. Alucino a mi alrededor en ver cuánta gente de aquí o de aquí jamás hablaría con una persona de una ideología contraria cuando probablemente tendrías mucho más en común de lo que crees si no estuvieran jugando a meterte esto en la cabeza.
P.- Lucía Etxebarria aboga por que, por ejemplo, esta Navidad se abracen el abuelo de Vox y el primo que vota a Sumar.
R.- Exactamente, que en lugar de gritarse los unos a los otros te des cuenta que lo que te une es mucho más que lo que te diferencia y que te están manipulando y que te están metiendo un rollo secta en la cabeza que viene desde los tiempos de Julio César.
P.- Sobre el asunto de la ley trans, ¿A usted cuando le empiezan a llamar terfa o tránsfoba?
R.- El pistoletazo de salida fue el acto con Irene Montero, unos premios organizados por COGAM y me el premio ladrillo. Y entonces empiezan a gritar todos: «Terfa, plagiadora», vídeo en el que se ve a Irene Montero y Carla Antonelli, riéndose y aplaudiendo. En ese momento es un pistoletazo de salida. Es el a por esta y esta chica, o sea yo, está apestada. Se crea el terror, eso es aviso a navegantes. ¿Qué se ha hecho con Errejón? Aviso a navegantes.
Porque mira, por ejemplo, el caso Carlos Vermut del que no sé la vida privada ni la dejo de saber. Lo que sé es que un año después, ¿dónde está? No solo es que no haya habido ninguna denuncia. Es que en algunos de los testimonios era imposible que fueran verdad. Uno que decía que entonces Vermut era el niño bonito del cine español, testimonio del 2011, cuando este chico no había ni siquiera rodado un corto.
Entonces es un poco el decir «cuidado, que sabemos hacer campañas de cancelación. El próximo puede ser usted por cualquier cosa, por lo que se nos ocurra, lo vamos a decidir así”. Y se crea un entorno de terror que existe y que todos sabemos que existe, que todos sabemos que hay gente que tiene pánico a abrir la boca, porque además incluso mira a esta chica Elisa Mouliaá, sea verdad, sea mentira lo que cuenta, le reconozco el valor de haberlo dicho con su nombre, porque es que se podía inventar la denuncia anónima y hasta luego. Pero cuando todo son millones de cuentas que no se sabe de quiénes son, es horrible. Lo que viví no se lo deseo a nadie.
P.- Con el asunto de la ley trans, ¿se arrepiente de algunas de sus palabras?
R.- Muchísimo, porque me hicieron la vida imposible.
P.- Un escrito muy cercano que usted subió a X, el antiguo Twitter. Era un vídeo con unas declaraciones de Elizabeth Duval y escribe: «Yo no me quiero arriesgar a más denuncias, así que no afirmo sino que os pregunto ¿Vuestros oídos escuchan una voz femenina aquí?». Me parece que reírse de una persona o intentar ofender a una persona.
R.- Lo que quiero demostrar es que si tú dices lo que ven tus ojos o escuchan los oídos, puedes ir a juicio y que eso es 1984.
P.- ¿No le parece de mal gusto?
R.- No, me parece que eso es demostrar que hay un sistema que es peligroso porque el mal gusto es una cuestión de protocolo y decoro. El imponer ideas por cojones y por ley eso es dictadura. Vale, entonces cuando tú dices «ay, que el mal gusto debe elevarse a la categoría de ley».
«¿Cómo se le ocurrió a Más Madrid hacer una guía para chemsex?»
P.- No, no he dicho eso.
R.- Vale. Pues eso no, porque yo no he afirmado, no he podido afirmar. El hecho de que yo no pueda afirmar, de que no pueda hacerlo. Ahora, si te pueden llamar gorda, puta, vieja, porque aquí hay un machismo increíble. Llamarle a una persona trans lo que ven tus ojos o lo que escuchan tus oídos es un delito de odio. Recibir todos los días zorra, puta o lo que sea, que salga un hombre con una camiseta, una persona que pone «Matar a las Terfas» y vaya a una televisión pública pagada con nuestros impuestos. Cuando luego te llaman terfa a ti, te está diciendo mata a estas personas, eso no es delito de odio, ¿pero qué es esto entonces?
El decoro, el buen gusto, lo que sea, no puede estar impuesto por ley. Todo te puede crear una campaña de cancelación y además con una hipocresía enorme, porque es cuando lo digo yo, no pasa nada, pero si lo dice el del bando contrario, cuidado. Si tú lo consideras mal gusto, muy bien puede ser mal gusto. Lo que no puede ser es que esto no se pueda decir. Mira, yo tengo 58 años y si tiras de hemeroteca, yo he tenido amigas trans toda la vida, cuando a Irene Montero no le había visto por Chueca jamás. Es que ellas son las primeras que lo flipan.
Y luego hace poco, yo tengo una amiga en Navarra, no voy a decir su nombre por si acaso, pero a la que no le advirtieron de lo que podía pasar. Y es una chica que está hecha polvo, es que no te dan un acompañamiento de decir «cuidado, que si te metes en este tratamiento te puedes morir, pero elígelo». El otro día, cuando asesinan a una chica trans en Navarra, de repente este tema se les había olvidado. Entonces, como el asesino era un hombre y la víctima era ella, la mujer trans, y no les parece que tenga el perfil que les interesa, no hubo un solo tweet, por ejemplo, de esta señora Duval diciendo «Me solidarizo con la familia de la víctima» ¿Qué es de peor gusto?
P.- Podemos entrar en una competición del mal gusto, pero como la tengo delante a usted, se lo pregunto. Si viniera Duval, se lo preguntaría a ella.
R.- Pues eso, yo tendrá el mal gusto que sea, pero la cuestión es que yo tengo prohibido por ley decir lo que ven mis ojos. Y luego alucino con que para ellos haya trans de primera y segunda categoría, las que me interesan muy bien, las que matan a 12 puñaladas, pero resulta que no nos interesa sacar el tema porque hubo un error de una policía municipal que está con una alcaldía que es de nuestra cuerda y no queremos sacar el tema, pues callamos. Víctimas que nos convienen y víctimas que no nos convienen porque sí. Una cosa es mal gusto, pero yo puedo tener todo el mal gusto del mundo porque yo pago mis impuestos y pago los impuestos que pagan el sueldo de esta persona.
P.- Tenemos víctimas de primera y de segunda, ¿También hay feministas de primera y de segunda?
R.- El feminismo y me da mucha pena decir esto, pero al feminismo lo han bombardeado. Ya no hay feminismo, es decir, el común de los mortales cuando le dicen feminista ahora tiene pánico porque no sabe lo que es. Entonces, un movimiento que venía desde el siglo XVIII y que tenía unas consignas claras, le metieron un caballo de Troya, le quitaron el sujeto político y consiguieron el divide y vencerás. Consiguieron ir a cargarse al núcleo. Ahora mismo, cuando te dicen feminismo, todo el mundo piensa en Irene Montero y las demás tenemos miedo a que nos llamen feministas para que no nos acerquen a estas personas.
P.- Tengo algo para cerrar, le digo nombres y usted exprese lo que le salga. La primera, Yolanda Díaz.
R.- Destructora de mundos.
P.- Pedro Sánchez.
R.- Sibilino.
P.- Juan Carlos Monedero.
R.- El próximo (ríe).
«Alcohólica anónima no, pero sí he sido borracha conocida»
P.- Isabel Díaz Ayuso
R.- Efecto boomerang. Cuando tú vas a machacar a alguien y esa persona sobrevive, cuidado que te viene el efecto boomerang, o sea, la subes.
P.- José Luis Ábalos.
R.- Sugar Daddy.
P.- Irene Montero.
R.- La odio, sin más. O sea, después de lo que me hizo no me pidas otra cosa.
P.- Feijóo.
R.- Creo que es un buen político, con una carrera muy bien montada, pero muy poco carismático.
P.- Pablo Iglesias.
R.- Es muy peligroso, este señor y su formación han destruido el panorama político español, han metido unos modos y maneras que nunca habíamos visto, los han extendido como un alga parásita porque lo han llevado a otros partidos. El PSOE se contagió de eso y la destrucción brutal que estamos viendo de lo que es el panorama político español, la polarización, el mal gusto, los insultos, el todo vale, el puedo mentir como me dé la gana. Todo ello lo inició este señor.
P.- Pedro Almodóvar.
R.- Es una pena que se meta en según qué embolados cuando tiene una carrera muy digna, y no necesitaba posicionarse en cosas que además quizá le pasen factura a futuro sus posiciones cuando tiene una carrera muy digna, que no necesitaba esto. ¿Qué necesidad tienes de posicionarte en cosas que van a caer tan rápido? O sea, quiero decir, igual queda alguno que se crea que el PSOE actual no va a caer. Pero es que ya es obvio que esto va a caer, no sé si resurgirá de sus cenizas como el ave fénix, si conseguirán salvarlo, pero lo que hay ahora es un despropósito.
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