El delegado del Gobierno recula y retira sus acusaciones al impulsor de los rezos en Ferraz
Francisco Martín acusó en vano a José Andrés Calderón de «desobediencia y resistencia a la autoridad»
El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, ha dado marcha atrás y ha retirado las acusaciones que vertió sobre José Andrés Calderón, el impulsor del rezo del Rosario en Ferraz, al que acusó de «desobediencia y resistencia a la autoridad». Concretamente, le imputaba haber propiciado, junto al resto de feligreses, «el corte de tráfico en la calle Ferraz, viéndose afectada esta calle en su tramo entre Buen Suceso y Marqués de Urquijo».
El joven denunció a THE OBJECTIVE cuando recibió las multas que él no participó de las manifestaciones contra la ley de amnistía, y que se retiró del escenario al terminar de rezar. Al final, Martín ha terminado dándole la razón y ha acordado el sobreseimiento del caso, admitiendo que «según el propio parte de intervención de los agentes denunciantes el convocante se desvincula de la misma en todo momento, siendo que desaparece del lugar nada más terminar el citado rezo».
El joven había sido multado por los incidentes posteriores al rezo del Rosario que se produjeron los días 3 y 4 de enero, aunque no se logró acreditar su presencia en estas dos jornadas. El joven aseguró entonces que se desentendió de lo que sucedía en ambas ocasiones, ya que tenía «planes personales». Así ha quedado acreditado.
El delegado y Ferraz
De manera casi profética, el 5 de enero el joven ya advirtió en sus redes sociales, tras conversar con un inspector de la UIP, de cómo «el delegado de Gobierno de Madrid está buscando multarme por los cortes de calle que se producen cada día en Ferraz. Está buscando cualquier fallo mío para cargarse el Rosario».
El tiempo dio la razón al joven. Meses después, el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid prohibió el rezo del rosario en el Santuario del Inmaculado Corazón de María, en la madrileña calle de Ferraz, los días 8 y 9 de junio, por ser «jornada de reflexión» y «jornada electoral», respectivamente. Una decisión sin precedentes que fue finalmente tumbada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que entendió que no obedecía a «ninguna razón fundada».
El joven, satisfecho
En definitiva, todos los intentos de Francisco Martín por impedir el Rosario de Ferraz y multar a su impulsor se han visto frustrados por la Justicia. «Es una alegría que se reconozca lo que es una evidencia: mi función se limita a rezar por la salvación de España y del mundo», considera Calderón, que celebra que «el delegado de Gobierno ha tenido que recular y tragarse sus propias palabras», lo que supone, a su juicio, «una nueva victoria para los católicos frente a un sistema que, con creciente ferocidad, manifiesta una postura radicalmente anticristiana».
«La mentira tiene siempre un recorrido muy corto y esta ocasión lo demuestra nuevamente. Me quisieron hostigar y presionar, a base de cuantiosas multas, para que dejara de rezar. Eran multas arbitrarias, injuriosas y de amedrentamiento. Me acusaron de vociferar insultos y de realizar cosas que jamás he hecho. Sin embargo, la realidad se ha impuesto», abunda el joven en declaraciones a este medio.
«Esto es una muestra de que no debemos tener miedo a ningún mortal, por más poder que se arrogue o tirano que sea. La Virgen nunca nos abandona ni lo hará jamás. Solamente hay que esperar y tener fe. Todavía quedan dos multas por resolver e iremos hasta el final. Con firmeza, decisión y sabiendo que la razón está de nuestro lado».