The Objective
Estrategias de inversión

¿Momento de invertir en el SP&500? ¿O toca rotar carteras?

Al igual que en años anteriores la rentabilidad del S&P 500 ha venido de la mano de las grandes compañías

¿Momento de invertir en el SP&500? ¿O toca rotar carteras?

SP&500

Llevamos un buen número de artículos hablando de la necesidad de protegerse frente a las 7 Magníficas. No de eliminar la exposición a ellas, pero sí de andarse con cuidado. De hecho, los artículos que hemos publicado sobre rotación a value y S&P 500 equal weigth, se cuentan con los dedos de más de dos manos. Y no es que tengamos bola de cristal. Nada más lejos de la realidad. Nos podíamos haber equivocado, o salirnos antes de tiempo. O quizá estas correcciones sean el momento para volver a entrar con nuevo garbo.

En cualquier caso, las señales eran bastante claras. A riesgo de equivocarse, conviene ser más prudentes que valientes en la selección de valores (salvo que nuestra intención sea asumir riesgos excesivos). 

Los alumnos del curso de inversión a largo plazo de THE OBJECTIVE y Estrategias de Inversión han aprendido a invertir a favor de tendencia.

Al igual que en años anteriores la rentabilidad del S&P 500 ha venido de la mano de las grandes compañías, mientras que el resto apenas obtenía nada; las tornas han cambiado en el comienzo de este año. No sé si seguirá así mucho tiempo. Pero la brecha se ha invertido. Hasta hace no mucho, el S&P 500 equiponderado o sin las Magníficas 7 no tenía casi rentabilidad. Baste ver el siguiente gráfico para observar la barbaridad de la que estamos hablando en términos de rentabilidad.

En los mercados hay un dicho que me gusta mucho, que viene a decir algo así como que la última peseta (cámbiese por duro, euro o lo que queramos) se la lleve otro. Es un modo coloquial, pero más financiero, del otro que reza “la avaricia rompió el saco”.

No soy quién para dar lecciones de cómo invertir, pero desde luego, no soy partidario del “pelotazo”, tan extendido en la cultura hispana. Prefiero el ahorro y la inversión a largo plazo. Quizá sea más arduo, pero es mucho más efectivo. La cultura actual de la inmediatez no puede cegarnos para el interés compuesto y el largo plazo. Si quiero escuchar una canción, ya no tengo que esperar a que salga el disco; si quiero algo lo pido online y lo tengo en casa en dos horas. Es normal que nos mimeticemos con la realidad de la sociedad. Pero cuidado. En las inversiones rara vez sucede esto de no tener que esperar. ¿Aprender un idioma sin esfuerzo? Ya me cansan un poco estos falsos arquetipos. ¿Adelgazar sin esfuerzo? Come menos, y haz más deporte. Claro, que eso es un sacrificio y no vende tanto. 

Pues para hacerse rico no hay atajos (al menos, de forma habitual). Hay que renunciar a parte del consumo presente; hay que dedicar tiempo y esfuerzo; hay que estudiar (o tener el teléfono de quién sabe); hay que privarse de ciertos caprichos. 

Las rentabilidades extraordinarias de algunas compañías no han hecho sino acrecentar este espíritu maligno de hacerse rico sin esfuerzo. Baste mirar cómo han evolucionado las tenencias de Bitcoin con fines especulativos en España. Pero si quieres ser rico, mi consejo es que ejercites ciertas virtudes. Esfuerzo, trabajo, paciencia. No están de moda en nuestra sociedad, pero tampoco está bien visto ser rico y todos lo deseamos en mayor o menor medida. Todos queremos ser virtuosos, pero no queremos el sacrificio que conlleva conseguir la virtud (bien arduo). Si quieres tocar bien la guitarra, nadie te va a quitar la ingente cantidad de horas de práctica. Si quieres ser rico, nadie te va a quitar el ahorro, el interés compuesto, y el largo plazo. Vive la virtud y tendrás más éxito en la vida. 

Aprenda a invertir a largo plazo con el curso de THE OBJECTIVE y Estrategias de Inversión

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