El Gobierno entrega 200.000 euros para producir café «con perspectiva de género»
España destina casi un millón de euros a diversas partidas de ayuda a Etiopía

Bandera de Etiopía. | Maksim Konstantinov (Zuma Press)
Semana tras semana, les muestro partidas de dinero público destinadas a fines algo más que discutibles. El origen de la información que les transmito es lo que se publica en fuentes oficiales. Casi siempre hablo de dinero público que sale de nuestras fronteras en partidas periódicas relacionadas con la cooperación internacional para el desarrollo. En esta ocasión, el dinero español viajó a África, concretamente a Etiopía.
Etiopía es un país claramente subdesarrollado. Sus necesidades más acuciantes se circunscriben a los recursos básicos para la supervivencia. Hambre y sed amenazan a una población diezmada también por los conflictos bélicos internos. Más de diez millones de personas están en riesgo severo de hambruna y desatención sanitaria. Con esta situación, parece lógico y hasta plausible ayudar a esta población con pozos, alimentos, productos sanitarios y otros bienes de primera necesidad. Lo que no parece lógico es destinar dinero para «enfoques de género, emergencias climáticas indeterminadas y digitalización» en este país. Pero claro, para nuestra Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) no hay necesidad básica que le impida usar la terminología y finalidades marcadas por la agenda woke, institucionalizada mundialmente en la Agenda 2030.
Les voy a mencionar varias partidas, de las muchas que he detectado, relativas a las prioridades del Ministerio de Asuntos Exteriores español en Etiopía a la hora de cooperar en su desarrollo con la entrega de subvenciones dinerarias sin contraprestación.
Como es habitual, las partidas no son excesivamente grandes, pero sí llamativas, pues tienen prácticamente todos los requisitos argumentativos y terminológicos necesarios para la resolución de este tipo de subvenciones. Lean, rezan así:

- 200.000 euros: «CONVOCATORIA INSTRUMENTAL PROTEC 2023 ETIOPIA Contribución a la sostenibilidad en la producción y procesamiento del café mediante sistemas innovadores basados en la naturaleza con perspectiva de género».
- 200.000 euros: «Convocatoria Instrumental e-Duc@ Etiopía Apoyo a la transición digital del proyecto de universidades transformadoras de género». (2022)
- 500.000 euros en dos partidas que suman esa cantidad exacta: «Convocatoria instrumental Etiopía 2022 Mujeres, café y clima DeSIRA EFD en especie».
¿Se les ocurren, queridos lectores, algunos motivos mejores para enviar ayuda a un país sitiado por el hambre? Puede ser interpretado incluso como una falta de sensibilidad y hasta de respeto a los etíopes y a nosotros, que pagamos impuestos religiosamente. Cuando Donald Trump ganó las elecciones en EEUU una de sus primeras promesas fue la de auditar las ingentes cantidades de dinero público estadounidense que se dedicaba a la cooperación internacional para el desarrollo. Trump destinó este trabajo al magnate Elon Musk, que emprendió la tarea en un tiempo récord con el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Nada más comenzó la auditoría pública que emprendió Musk, comenzaron a hacerse públicos los disparatados argumentos que usaban determinadas entidades públicas, como su agencia de cooperación internacional para el desarrollo (Usaid), para distribuir dinero público por el mundo. Los disparates que detectaron provocaron la paralización de muchas de esas partidas e incluso se instaron procedimientos judiciales contra alguno de los gestores. Todos aquellos que critican hoy a Donald Trump y la puesta en funcionamiento del DOGE han reducido sus críticas en este aspecto a la nada, hasta el punto de hacerlas prácticamente desaparecer, precisamente por la entidad de las informaciones polémicas que se derivaban de la actividad auditada de la Usaid.
La agencia de cooperación para el desarrollo norteamericana ha reducido su actividad y costes en un 80% y no parece que el mundo haya dejado de girar, como así anunciaban los críticos apocalípticos del presidente estadounidense. Puedo y debo afirmar que un proceso similar es imprescindible en España, pues los ejemplos de partidas supuestamente entregadas en el extranjero con los más disparatados justificantes invitan a pensar muy mal de lo que sucede desde hace muchos años con la cooperación internacional para el desarrollo.
