El Gobierno de Afganistán allana las negociaciones con los talibanes al liberar a los últimos 400 prisioneros
La gran consulta convocada por el Gobierno de Afganistán, denominada Loya Jirga o gran asamblea de ancianos y élites políticas, ha decidido este domingo liberar a los 400 últimos prisioneros talibanes de cara a comenzar las conversaciones de paz.
En contexto: según el acuerdo que firmaron Estados Unidos y los talibanes en Doha en febrero pasado, el Gobierno debía liberar a 5.000 presos insurgentes mientras que los talibanes debían hacer lo propio un millar de miembros de las fuerzas afganas. Los talibanes terminaron de excarcelar a sus prisioneros el pasado 30 de julio. El intercambio acumula meses de retraso y se ha convertido en el principal escollo de las negociaciones de paz.
El Gobierno afgano se había resistido hasta el momento a liberar a estos últimos prisioneros, que tienen antecedentes penales como asesinato, secuestro, tráfico de drogas y delitos morales. Ahora, ha cambiado de opinión. «Para eliminar los obstáculos que dificultan el comienzo de las conversaciones intraafganas, para prevenir más derramamiento de sangre en el país y por el bienestar del pueblo, la Jirga aprueba la sugerencia de liberar a los 400 talibanes presos«, ha declarado la asamblea. Los insurgentes de origen extranjero serán «entregados a sus respectivos países» tras obtener las garantías necesarias.
Más de 3.200 líderes de diferentes grupos sociales, el 30 % de ellos mujeres, han participado en una consulta que arrancó el pasado viernes en Kabul bajo medidas extraordinarias de seguridad.
«Debería asegurarse que el diálogo intraafgano comienza sin ningún retraso inmediatamente tras la liberación de estos prisioneros», ha exhortado la gran asamblea afgana, al tiempo que llama a ambas partes a acordar un alto el fuego inmediato. La Jirga también ha pedido a los talibanes que aseguren que estos 400 prisioneros no regresarán al campo de batalla, así como la liberación «de todos los civiles y militares presos de sus cárceles».
El Gobierno afgano y los insurgentes esperan alcanzar un acuerdo político que ponga fin a 19 años de guerra en el país asiático, que comenzó en 2001 con la invasión estadounidense y la expulsión del poder de los talibanes.
El acuerdo de paz firmado en Doha entre los insurgentes y Estados Unidos fijó un plazo de 14 meses para la salida de las tropas aliadas del país.