Después de meses de polémica, el Ayuntamiento de Ada Colau lo ha conseguido. La plataforma Airbnb se ha comprometido este miércoles a retirar de su página web 1.036 pisos turísticos ilegales de Barcelona en el plazo de un mes, según ha anunciado la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, en Twitter.
La semana pasada, el equipo de Colau entregó a la empresa una lista con los pisos detectados por los técnicos municipales como ilegales. Airbnb ha aceptado todos ellos y ha anunciado que en los próximos días se pondrá en contacto con los usuarios afectados para empezar a quitarlos de la web. Todas las viviendas ya habían sido denunciadas previamente y ya habían recibido la orden de cese de actividad, además de un expediente sancionador.
Avui @Airbnb s’ha compromès amb Barcelona: retirarà 1.000 pisos turístics il·legals de la seva web. Ser exigents funciona, seguirem sent-ho. pic.twitter.com/6prRY72STY
— Janet Sanz #EnComú (@janetsanz) 26 de julio de 2017
Sanz ha asegurado después del encuentro con Airbnb que se trata de «una primera muestra de voluntad de la empresa, un punto de inflexión», pero que se va a seguir atentamente que la empresa cumple el compromiso y los 1.000 pisos desaparecen al próximo mes, según han recogido varios medios. Además, el equipo de Colau no quiere quedarse ahí. Tiene como objetivo que todos los pisos turísticos muestren su número de licencia legal en la página. La teniente de alcalde de urbanismo ha señalado que «alrededor de un 40% de los pisos» que ofrece la plataforma muestran su número de licencia, aunque los números «no tienen porque ser correctos». «A partir del otoño, debe ser un requisito obligatorio con la supervisión del Ayuntamiento», ha revelado Sanz.
Celebrem el canvi d’actitud d’@Airbnb i seguim atents al seu compromís de retirar mil pisos turístics il·legals de la plataforma. pic.twitter.com/ksiJkiBOLK
— Ajuntament de BCN (@bcn_ajuntament) 26 de julio de 2017
La relación entre Airbnb y el Ayuntamiento de Barcelona ha sido tensa desde la llegada de Colau a la alcaldía. Su equipo quiere que los portales turísticos eliminen cualquier piso que no tenga el número de registro de la Generalitat que le acredita como HUT (las siglas en catalán de vivienda de uso turístico). En esta cruzada contra las viviendas ilegales, Barcelona logró pactar con Homeaway y Booking, pero no con la empresa californiana. En noviembre de 2016, le impuso una multa de 600.000 euros a Airbnb por reincidencia y se convirtió en la primera ciudad del mundo que multaba a Airbnb.
.@Airbnb està traspassant tots els límits legals. Els hem multat amb 600 mil euros i seguirem posant multes fins que compleixin la llei https://t.co/erL6BSgogz
— Ada Colau (@AdaColau) 26 de junio de 2017
Después de amenazar con nuevas sanciones, el Ayuntamiento de Colau ha logrado que Airbnb se comprometa a un primer paso en esta lucha contra los pisos turísticos ilegales. Barcelona, la ciudad más turística de España, está haciendo frente a serios problemas de gentrificación y subidas récord de los precios de alquileres por la proliferación de este tipo de viviendas. En algunos barrios estos pisos turísticos han llegado a ser la inmensa mayoría, lo que ha provocado protestas vecinales.