Al menos 22 muertos y más de 50 heridos por una explosión en un mercado de Pakistán

Al menos 22 personas han muerto y más de 50 han resultado heridas este viernes en Pakistán en un atentado con un coche bomba cerca de un mercado y una mezquita chií para mujeres de la localidad de Parachinar, en el cinturón tribal del noroeste de Pakistán y cercano a la frontera afgana. «Tenemos 22 cuerpos aquí en el hospital y 57 heridos, incluidas mujeres y niños», ha declarado a la agencia AFP Moeen Begum, un cirujano del hospital público de Parachinar. Un anterior balance contabilizaba 11 fallecidos. «El balance de muertos puede subir ya que todavía estamos recibiendo personas heridas», ha dicho a la agencia AFP Begum.

El funcionario del gobierno local Shahid Ali Jan ha confirmado que la explosión se ha producido cerca de la mezquita. «Resultó herida mucha gente, no puedo dar una cifra exacta», ha afirmado. Kurram es uno de los siete distritos tribales semiautónomos de Pakistán que se rigen por leyes y costumbres locales. Este distrito ha sido el escenario de enfrentamientos entre musulmanes sunitas y chiitas. Estos últimos constituyen alrededor del 20% de los 200 millones de habitantes de Pakistán.

El atentado ha sido perpetrado poco antes del rezo del viernes con un coche bomba que estaba aparcado en las inmediaciones del templo chií y un mercado, ha indicado Sajid Hussain, parlamentario de la región donde ocurrió el ataque. El atentado ha sido reivindicado por los Talibanes.

Las autoridades locales han declarado el estado de emergencia en la zona y puesto todos los hospitales en alerta. A su vez, el Ejército ha enviado helicópteros a la zona para evacuar a los heridos, ha indicado en un comunicado. El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, ha expresado su condena en un comunicado y reiteró su determinación para acabar con el terrorismo. «La red de terroristas ha sido rota y es nuestra obligación nacional continuar esta guerra hasta la completa aniquilación del terrorismo en nuestro suelo», ha asegurado Sharif.

Parachinar, zona de mayoría chií, es escenario habitual de actos violentos por parte de la insurgencia suní y el pasado enero una bomba acabó con la vida de 24 personas e hirió a 87 en un mercado local. En febrero, otra ola de violencia dejó 130 muertos en todo el país. Los ataques, reivindicados en su mayoría por el grupo yihadista Estado Islámico o por los talibanes paquistaníes, han mermado el optimismo sobre la posibilidad de poner fin a la guerra que azota hace más de una década y media al país.

El atentado de este viernes se ha producido después de que una seria de ataques con unos 130 muertos en la primera quincena de febrero provocase que el Ejército lanzase un nuevo operativo militar en todo el país contra la insurgencia bautizada como operación Radd-ul-Fasaad («Eliminación de la discordia»). Ese operativo es la continuación de la operación Zarb-e-Azb (Afilado y cortante), que se puso en marcha en las zonas tribales en junio de 2014 y en la que murieron unos 3.400 supuestos insurgentes y ayudó a reducir significativamente la amenaza terrorista en el país.