El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, el centrista Armin Laschet, ha ganado este sábado la elección como nuevo presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller alemana, Angela Merkel.
Por qué te lo contamos: la elección del nuevo líder de la CDU es un paso definitivo hacia la definición del candidato del bloque conservador para las elecciones generales del próximo 26 de septiembre.
Laschet, afín a la canciller y apoyado por el ministro de Sanidad, Jens Spahn, se ha impuesto en la segunda vuelta de la votación telemática de los delegados del partido ante el derechista Friedrich Merz, mientras que el tercero en liza, Norbert Röttgen, había quedado fuera en la primera vuelta.
Con una mayoría de 521 votos a favor sobre un total de 1.001, Armin Laschet, de 59 años, ha recibido más apoyos que Friedrich Merz (466 votos), rival histórico de la canciller y favorable a un giro a la derecha en el partido, según los resultados de esta votación interna.
Con este resultado se ha impuesto la vía continuista, frente a lo que hubiera sido un giro claramente derechista en el partido que ha liderado la mayoría de los gobiernos de la República Federal de Alemania (RFA), estado previo a la reunificación.
Laschet se había dirigido a los delegados antes de la votación en un tono muy personal, ha recordado los orígenes mineros de su familia -lo que parecía marcar las diferencias respecto al multimillonario Merz- y ha alertado contra la polarización, los extremismos y situaciones como la ocurrida en Estados Unidos, con el asalto al Capitolio de seguidores del presidente saliente, Donald Trump[contexto id=»381723″].
Los tres candidatos se habían presentado ante los 1.001 delegados en formato virtual, con discursos de unos 20 minutos de duración, a lo que ha seguido la primera votación telemática y luego la de desempate.
Pese a la victoria de la vía centrista, con la elección del nuevo presidente se cierra la «era Merkel» al frente del partido. La líder alemana lideró la CDU entre el 2000 y 2018, año en que tomó las riendas del partido su preferida para una sucesión ordenada, la entonces secretaria general y ahora ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer.
Esa vía continuista o sucesión planificada se frustró hace aproximadamente un año, en medio de una fuerte crisis de liderazgo por parte de AKK, como se denomina a Kramp-Karrenbauer, que anunció su retirada como presidenta el partido y renunció a luchar por la candidatura en las generales.