El Ministerio alemán de Sanidad estudia que los laboratorios veterinarios también analicen pruebas de la COVID-19 para aumentar la capacidad total de testeo del país, en la actualidad en 1,4 millones de PCR a la semana.
En contexto: algunos estados federados ya han enrolado en esta tarea a laboratorios veterinarios, pero la práctica no se ha generalizado a todo el territorio nacional. Un total de 182 laboratorios de todo el país están autorizados para realizar las pruebas rápidas. Esta forma descentralizada de actuación permitió a Alemania contener rápido la pandemia en pocos meses. Ahora, sin embargo, esta estrategia está empezando a llegar al límite de sus posibilidades en un momento en el que los casos están elevándose. El retorno de las vacaciones en el extranjero y el inicio del curso escolar suponen un aumento de la demanda de pruebas de coronavirus.
El periódico Zeit y el grupo Red de Redacciones de Alemania (RND) apuntan que el Gobierno alemán se ha planteado esta cooperación de cara al otoño, con el objetivo de aumentar el control sobre los grupos de riesgo y consciente de que en la actualidad los laboratorios médicos trabajan casi al máximo de su capacidad. «Se está analizando si se puede avanzar por ese camino», reconoció una portavoz del Ministerio de Sanidad a Zeit.
El Ministerio de Sanidad desea tener controlados a los grupos de riesgo en otoño, especialmente a las personas mayores en residencias y hospitales, para cuando empiece la temporada de la gripe.
El Instituto Robert Koch, centro epidemiológico de referencia en Alemania, ha registrado 1.218 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas, con lo que el total de infectados en el país se eleva a 243.599. Además se identificaron cuatro nuevos muertos con o por el coronavirus, lo que eleva la mortandad total del Sars-CoV2 en Alemania a 9.302 personas.