El presidente estadounidense, Joe Biden, ha retirado este miércoles las órdenes ejecutivas que buscaban prohibir las populares redes sociales TikTok y WeChat en el país presentadas por su predecesor, Donald Trump, y en su lugar ha instado a abrir una investigación para identificar riesgos de seguridad vinculados a China.
En contexto: las órdenes de Trump, de agosto de 2020, se mantienen bloqueadas de momento por decisión judicial. Trump llegó a exigir que la firma propietaria de TikTok, la china ByteDance, vendiera su negocio en el país a empresas estadounidenses.
El nuevo decreto ordena al Departamento de Comercio iniciar un análisis «riguroso y basado en evidencias» sobre las aplicaciones que recaban informaciones personales de los usuarios y cuya tecnología tiene lazos con el gigante asiático. «Ciertos países, incluido China, buscan utilizar las tecnologías digitales y los datos de los estadounidenses que presentan riesgos de seguridad nacional inaceptables, a la vez que ayudan a los controles e intereses autoritarios», ha señalado la Casa Blanca.
En concreto, el Gobierno estadounidense apunta a aquellas aplicaciones que «son propiedad, están controladas o gestionadas por personas que apoyan a un adversario militar extranjero o actividades de inteligencia, están implicadas en actividades cibernéticas maliciosas, o almacenan datos personales sensibles».
La decisión de Biden se produce el mismo día en el que inicia su primer viaje internacional desde su llegada a la Casa Blanca, que le llevará a la cumbre del G7 del Reino Unido, a reuniones con sus socios europeos en Bruselas y a su primer encuentro con su homólogo ruso, Vladímir Putin. Poco antes de subirse al avión, el mandatario ha asegurado que el objetivo de su viaje a Europa es «fortalecer la alianza» y «dejar claro a Rusia y a China que EEUU y Europa están juntos».