Carrie Lam, próxima a Pekín, gana las elecciones a la jefatura de Hong Kong
Carrie Lam, candidata apoyada por las autoridades de Pekín, se ha convertido en la nueva jefa ejecutiva de Hong Kong tras unas elecciones muy criticadas por la oposición prodemocrática, que teme perder las libertades de las que goza este territorio chino semiautónomo.
Carrie Lam, candidata apoyada por las autoridades de Pekín, se ha convertido en la nueva jefa ejecutiva de Hong Kong tras unas elecciones muy criticadas por la oposición prodemocrática, que teme perder las libertades de las que goza este territorio chino semiautónomo.
Se trata de la primera elección desde las protestas de la llamada Revolución de los Paraguas de 2014, que pedía elecciones realmente democráticas y que se enfrentó al hasta ahora jefe ejecutivo Leung Chun-ying, que dejará el cargo en julio tras cinco años.
En 1997, cuando Hong Kong dejó ser colonia británica y fue devuelto a China, Pekín se comprometió a respetar el lema «Un país, dos sistemas», que aseguraba una mayor independencia para el territorio. Sin embargo, 20 años después, la influencia de China es cada vez más patente y los habitantes de Hong Kong temen perder su forma de vida y sus libertades.
Según el recuento oficial, Lam ganó gracias al voto de 777 miembros del Comité. John Tsang, considerado más moderado, obtuvo 365 votos. El tercer candidato y el más liberal, Woo Kwok-hing, solo 21. Lam fue favorita desde el principio y se convertirá en la primera mujer en ocupar el cargo.
La nueva jefa ejecutiva tendrá que enfrentarse a un Hong Kong dividido. Lam ha prometido centrarse en cuestiones sociales, incluyendo la pobreza y la vivienda, pero sus opositores creen que deberá abordar también la situación política. La influencia de Pekín se ha notado en algunos incidentes recientes, como la desaparición en 2015 de cinco editores de Hong Kong conocidos por publicar revelaciones escandalosas sobre la élite política comunista. Algunos de ellos aparecieron más tarde en la China continental.