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Medio Ambiente

China pone fin definitivamente a la venta de marfil

La prohibición total del comercio del marfil ha entrado en vigor este domingo en China, otrora el primer mercado para los colmillos de elefante de contrabando. «A partir de hoy la compra y venta de marfil y de productos derivados por parte de mercados, tiendas y comerciantes es ilegal», ha declarado el Ministerio de Bosques en su cuenta de Weibo. «Desde ahora, si un comerciante les dice que es un ‘vendedor de marfil aprobado por el Estado’ les está engañando y está violando intencionadamente la ley».

China pone fin definitivamente a la venta de marfil

La prohibición total del comercio del marfil ha entrado en vigor este domingo en China, otrora el primer mercado para los colmillos de elefante de contrabando. «A partir de hoy la compra y venta de marfil y de productos derivados por parte de mercados, tiendas y comerciantes es ilegal», ha declarado el Ministerio de Bosques en su cuenta de Weibo. «Desde ahora, si un comerciante les dice que es un ‘vendedor de marfil aprobado por el Estado’ les está engañando y está violando intencionadamente la ley«.

El ministerio ha precisado que la prohibición abarca también al comercio electrónico y a los recuerdos adquiridos en el extranjero. La agencia oficial china Xinhua ha afirmado que la primera prohibición parcial del comercio del marfil supuso una caída del 80% de las incautaciones de marfil que entraba en el país. Los precios del marfil bruto en China también disminuyeron un 65%, según la misma fuente.

La prohibición total se anunció a finales de 2016 y Xinhua informó en marzo del cierre de 67 talleres y tiendas implicados en el comercio del marfil. Los 105 restantes debían cerrar este domingo.

China había prohibido previamente las importaciones de marfil y productos derivados del marfil adquiridos antes de 1975. El marfil es muy codiciado en el gigante asiático, donde solía valer hasta 1.100 dólares el kilo al estar considerado como un símbolo de estatus social.

La fuerte demanda del país alimentó la masacre de decenas de miles de elefantes africanos cada año. Tanto que la caza furtiva provocó una disminución de la población de elefantes de 110.000 ejemplares en 10 años, hasta los 415.000, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

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