Comienzan las evacuaciones en Bahamas, donde Dorian deja al menos 43 muertos
Miles de personas se quedan sin hogar en las islas más afectadas, Gran Bahama y Ábaco
Desesperados por comida, agua y refugio, los supervivientes del huracán Dorian en Bahamas ven un halo de esperanza después de que hayan comenzado las tareas de evacuación en el archipiélago, donde la tormenta ha dejado al menos 43 muertos.
Miles de ciudadanos siguen desaparecidos desde que la monstruosa tormenta, entonces de categoría 5, arrasara estas islas del Atlántico, donde el balance de fallecidos crece cada día, informa AFP.
«Se espera que este número aumente de manera significativa», advirtió el viernes Erica Wells Cox, portavoz del primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis en la cadena estadounidense NBC.
Después de un viaje de más de siete horas, cerca de 260 habitantes de la isla Ábaco, evacuados por un ferry fletado por el gobierno, llegaron al puerto de Nassau al anochecer. Estaba previsto que un segundo ferry llegara posteriormente. Melanie Lowe, que llegó con sus cuatro hijos y su cachorro, explica que su casa está medio destruida. «Estoy feliz de que podamos tener una buena noche de sueño, una ducha y una comida sana», dice. Antes de ser evacuados, «estábamos 16 personas en una habitación de tres».
Cerca de 200 evacuados llegaron el viernes al gimnasio. Diane Forbes esperaba ver a sus dos hijos, Patrick (24 años) y DeAngelo (28), de quienes no tiene noticias desde el martes. «Dijeron que tenían hambre, y el olor a cuerpos, muertos, realmente comenzó a afectarles… Estoy esperando, solo quiero saber si mis hijos están a bordo (del ferry) y están bien, no me moveré hasta que cierren las puertas esta noche y volveré mañana», dice.
«Pueblo fantasma»
Miles de personas se han quedado sin hogar en las islas más afectadas, Gran Bahama y Ábaco y la magnitud de la devastación ha dejado a muchos preguntándose si Ábaco, en particular, podrá reconstruirse. «La isla de Ábaco es como un pueblo fantasma», dice Mark Duvinie, un residente de Marsh Harbour, la ciudad más grande de la isla, donde vivían 15.000 personas. «Sin electricidad, sin agua, sin nada».
Los esfuerzos de socorro se intensificaron el viernes, pero se vieron obstaculizados por daños en las pistas del aeropuerto y la caída de las comunicaciones.
Algunos residentes de Ábaco han expresado su frustración por las largas esperas por comida y refugio y la evacuación a otras islas. «Estamos atrapados por ahora», dice David Bienami, de Marsh Harbour. «Tenemos planes de mudarnos pero no sabemos cuándo».
Según funcionarios de socorro de la ONU, más de 70.000 personas (prácticamente toda la población de Gran Bahama y Ábaco), necesitan asistencia después de que la tormenta redujera a escombros sus hogares y destruyera sus medios de subsistencia.
Mientras tanto, Dorian se debilitó a categoría 1 en la madrugada de este viernes al acercarse a la costa de Carolina del Norte, en Estados Unidos. El Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, ha dicho que la tormenta tocó tierra en el cabo Hatteras en los Outer Banks de Carolina del Norte. Miles de residentes de Estados Unidos, desde el estado de Florida hasta Virginia, temían lo peor de la poderosa tormenta, pero la costa este escapó ilesa en gran medida.