Corea del Norte ha probado este fin de semana un nuevo misil de crucero de largo alcance, según han informado los medios del régimen, un nuevo test armamentístico de Pionyang que llega mientras el diálogo con Estados Unidos permanece estancado.
En contexto: a diferencia de los misiles balísticos que también ha desarrollado y probado el régimen, los proyectiles de crucero no están sujetos a sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al ser considerados una amenaza armamentística de menor nivel.
La agencia KCNA habla de más de un lanzamiento y dice que los test tuvieron lugar el sábado y domingo y fueron calificados de «éxito» después de que los proyectiles volaran durante más de dos horas y alcanzaran sus objetivos situados a unos 1.500 kilómetros de distancia tras sobrevolar territorios y aguas de Corea del Norte.
Por su parte, el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano se ha limitado a decir en un comunicado que se está «realizando un análisis detallado (de los lanzamientos) en estrecha cooperación entre los servicios de inteligencia surcoreanos y estadounidenses». «El desarrollo del misil de crucero de largo alcance, un arma estratégica de gran importancia para alcanzar el objetivo clave del plan quinquenal para el desarrollo de las ciencias de la defensa y los sistemas de armas establecido en el VIII Congreso del Partido, ha sumado un avance», explica la nota.
Añade que para el desarrollo de estos nuevos misiles, en los dos últimos años «se han llevado a cabo con éxito pruebas exhaustivas de componentes de misiles, decenas de pruebas de propulsión del motor en tierra, varias pruebas de vuelo, pruebas de control y guiado y pruebas sobre la potencia (explosiva) de las ojivas».
Durante las pruebas no estuvo presente el líder Kim Jong-un[contexto id=»382852″], pero sí Pak Jong-chol, nombrado la semana pasada como miembro del poderoso presidium del politburó del partido único y Kim Jong-sik, vicedirector del Departamento de Construcción de Maquinaria y una de las figuras clave del programa de misiles norcoreano al que Washington tiene en su lista de sanciones.
También hizo acto de presencia Jong Il-ho, otro científico ligado al desarrollo de misiles que ha acompañado al líder norcoreano en múltiples ocasiones durante estos lanzamientos de prueba.
El test armamentístico ha tenido lugar después de que Pionyang acogiera un desfile militar de bajo perfil el pasado jueves para conmemorar el 73 aniversario de la fundación del país. La de este fin de semana es además la primera prueba de armas que realiza el régimen desde que el pasado marzo probara también misiles tácticos.