Tres muertes que reavivan el polémico debate taurino
Teruel, Fuentesaúco, Pedreguer y Pamplona son los puntos cardinales de la tragedia taurina que ha empañado este fin de semana. La muerte de Víctor Barrio, la primera de un torero en el siglo XXI, ha estremecido no sólo al mundo de la tauromaquia, sino a una sociedad fuertemente polarizada en torno a este asunto. Tras la confirmación de la muerte del diestro, Twitter se inundó de reacciones, condolencias e incluso celebraciones. Muchos de los comentarios en la red social celebraban sin reparos su fallecimiento, encontrándose con el rechazo unánime de una gran mayoría. Esta desmedida reacción pone de manifiesto la controversia que genera una fiesta que está inevitablemente relacionada con la cultura española. Otro aspecto polémico relacionado con el toro en España son los festejos taurinos nacionales. La muerte de dos hombres en dos localidades este fin de semana reabren la pregunta de si este tipo de fiestas deberían seguir celebrándose. El Partido animalista PACMA -que obtuvo 284.820 votos en las pasadas elecciones del 26J- ha encabezado una campaña bajo el lema «esta no es mi fiesta» para reclamar que cese el uso de toros en San Fermín, la fiesta icónica de Pamplona. El futuro taurino ha sido debatido en multitud de ocasiones, pero la conclusión no es determinante. Los factores que más podrían afectar a la parte taurina de estas fiestas son la economía y la falta de relevo generacional, aunque hay estudios que defienden la fiesta por su impacto económico -3.559 millones de euros anuales en 2015-.
La muerte en el ruedo del torero segoviano de 29 años Victor Barrio el pasado sábado en la plaza de toros de Teruel ha sido la nota más dramática de un fin de semana trágico en el mundo taurino de España. La grave cogida al diestro se suma a las muertes de un hombre de 29 años durante los festejos de la localidad alicantina de Pedreguer y otro de 65 años en la celebración del Toro del Cajón en la localidad zamorana de Fuenteaúco, y dos heridos graves durante el cuarto encierro de San Fermín. Estas tres muertes han vuelto a reabrir el eterno debate de la idoneidad de los festejos taurinos en España. Detractores y defensores han peleado en otro ruedo, el de Twitter.
Teruel, Fuentesaúco, Pedreguer y Pamplona son los puntos cardinales de la tragedia taurina que ha empañado este fin de semana. La muerte de Víctor Barrio, la primera de un torero en el siglo XXI, ha estremecido no sólo al mundo de la tauromaquia, sino a una sociedad fuertemente polarizada en torno a este asunto. Tras la confirmación de la muerte del diestro, Twitter se inundó de reacciones, condolencias e incluso celebraciones. Muchos de los comentarios en la red social celebraban sin reparos su fallecimiento, encontrándose con el rechazo unánime de una gran mayoría. Esta desmedida reacción pone de manifiesto la controversia que genera una fiesta que está inevitablemente relacionada con la cultura española.
Otro aspecto polémico relacionado con el toro en España son los festejos taurinos nacionales. La muerte de dos hombres en dos localidades este fin de semana reabren la pregunta de si este tipo de fiestas deberían seguir celebrándose. El Partido animalista PACMA -que obtuvo 284.820 votos en las pasadas elecciones del 26J- ha encabezado una campaña bajo el lema «esta no es mi fiesta» para reclamar que cese el uso de toros en San Fermín, la fiesta icónica de Pamplona. El futuro taurino ha sido debatido en multitud de ocasiones, pero la conclusión no es determinante. Los factores que más podrían afectar a la parte taurina de estas fiestas son la economía y la falta de relevo generacional, aunque hay estudios que defienden la fiesta por su impacto económico -3.559 millones de euros anuales en 2015-.