El español que recorre Latinoamérica pedaleando contra el cáncer
«Comencé a realizar carreras por montaña y me sentía bien porque la gente se sentía motivada por lo que hacía en mis condiciones. De ahí surgió la iniciativa de emprender este viaje», Dual ha explicado a la agencia de noticias EFE. A los 13 años le descubrieron una mutación en el gen Adenomatous Polyposis Coli; a los 19, perdió el colón y el recto; y a los 27, el estómago y la vesícula. No obstante, la esperanza jamás la ha perdido. «Hay que abrazar las partes complicadas de la vida, hacerlas nuestras y disfrutarlas aunque sea duro. Todos podemos pasar por etapas difíciles en nuestra vida, pero si no podemos ver la luz en esos momentos de oscuridad, no seremos capaces de apreciar lo que realmente brilla», agregó. Si bien él mismo está costeando su viaje, está buscando patrocinadores para continuar y recoger fondos para la Asociación Española contra el Cáncer. En su trayecto ha conocido el Instituto Oncológico de Panamá, la Fundación Cardioinfantil de Colombia, la Fundación Jóvenes contra el Cáncer de Ecuador y el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas de Perú.
Primero fue Nicaragua, después Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y ahora Bolivia. Juan Dual, enfermero valenciano de 31 años, recorre Latinoamérica en su bicicleta en una campaña para apoyar la lucha contra el cáncer. La enfermedad le ha tocado de cerca porque no sólo perdió parte de su aparato digestivo a causa de esta, sino que se ha cobrado la vida de su abuelo y sus tíos, sin contar con que su padre también padece el mal. Prevé terminar su travesía, que inició el 15 de noviembre pasado, a finales de este año en Argentina, concretamente en Ushuaia, conocida como la ciudad del “fin del mundo”.
«Comencé a realizar carreras por montaña y me sentía bien porque la gente se sentía motivada por lo que hacía en mis condiciones. De ahí surgió la iniciativa de emprender este viaje», Dual ha explicado a la agencia de noticias EFE. A los 13 años le descubrieron una mutación en el gen Adenomatous Polyposis Coli; a los 19, perdió el colón y el recto; y a los 27, el estómago y la vesícula. No obstante, la esperanza jamás la ha perdido.
«Hay que abrazar las partes complicadas de la vida, hacerlas nuestras y disfrutarlas aunque sea duro. Todos podemos pasar por etapas difíciles en nuestra vida, pero si no podemos ver la luz en esos momentos de oscuridad, no seremos capaces de apreciar lo que realmente brilla», agregó. Si bien él mismo está costeando su viaje, está buscando patrocinadores para continuar y recoger fondos para la Asociación Española contra el Cáncer. En su trayecto ha conocido el Instituto Oncológico de Panamá, la Fundación Cardioinfantil de Colombia, la Fundación Jóvenes contra el Cáncer de Ecuador y el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas de Perú.