La ola de frío en Europa está dejando sin calabacines a los británicos
Las fuertes heladas han dañado muy especialmente las producciones de espinacas, coliflor, alcachofas, coles o apio. Debido a que los principales países productores de hortalizas en Europa, como Italia y España, no pueden responder a la demanda interna y externa, han tenido que tirar de importaciones de terceros países, como Marruecos y Estados Unidos, lo que se ha traducido en unos precios muy elevados, llegando a duplicar y hasta triplicar los precios en relación con el mismo periodo de la campaña anterior. La falta de oferta también ha provocado desabastecimiento en los mercados que no pueden permitirse comprar verduras a esos precios. Es el caso de los mercados británicos, que no pueden responder a la alta demanda de verduras de los consumidores durante el mes de enero. «Los precios (de los calabacines) son muy altos, están por encima de las 20 libras por una caja de 5 kilos. Así es que los minoristas no están comprando y prefieren tener las tiendas vacías que comprar a esos precios», asegura el gerente de Valstar Holland, una empresa exportadora de hortalizas. Algunos se lo toman con cierto humor, y en twitter achacan la escasez de calabacines a otra pesadilla más después del Brexit y de la elección de Trump.
El frío que ha helado a buena parte de Europa se está notando hasta en los estantes de los supermercados. La ola de bajas temperaturas de estos días ha afectado negativamente a la producción hortícola, que al no poder atender la demanda exterior y al consumo nacional ha provocado un sustancial incremento de precios en algunos países de la Unión Europea, como Reino Unido. Los consumidores británicos se han quejado en las redes sociales sobre la falta de calabacines y otras hortalizas en los supermercados.
Las fuertes heladas han dañado muy especialmente las producciones de espinacas, coliflor, alcachofas, coles o apio. Debido a que los principales países productores de hortalizas en Europa, como Italia y España, no pueden responder a la demanda interna y externa, han tenido que tirar de importaciones de terceros países, como Marruecos y Estados Unidos, lo que se ha traducido en unos precios muy elevados, llegando a duplicar y hasta triplicar los precios en relación con el mismo periodo de la campaña anterior. La falta de oferta también ha provocado desabastecimiento en los mercados que no pueden permitirse comprar verduras a esos precios. Es el caso de los mercados británicos, que no pueden responder a la alta demanda de verduras de los consumidores durante el mes de enero. «Los precios (de los calabacines) son muy altos, están por encima de las 20 libras por una caja de 5 kilos. Así es que los minoristas no están comprando y prefieren tener las tiendas vacías que comprar a esos precios», asegura el gerente de Valstar Holland, una empresa exportadora de hortalizas. Algunos se lo toman con cierto humor, y en twitter achacan la escasez de calabacines a otra pesadilla más después del Brexit y de la elección de Trump.