Científicos reconstruyen el rostro de una antigua líder peruana
Científicos peruanos han conseguido construir, gracias a la técnica del 3D, una réplica del rostro de la Señora de Cao, una antigua líder que gobernó sobre un valle del desierto peruano hace 1.700 años. La momia de la gobernante, repleta de tatuajes, se encontró en 2005 enterrada en una pirámide conocida como Huaca Cao Viejo, cerca de Trujillo. La Señora de Cao, como la apodaron los arqueólogos, fue enterrada entre joyas y oro, después de morir durante complicaciones en el parto. Además, junto a los restos de la líder ha aparecido el cuerpo de una adolescente estrangulada, a la que seguramente sacrificaron para que pudiera acompañar a la líder hacia el otro mundo, según ha informado el museo en el sitio arqueológico de El Brujo, donde se hallaron los cuerpos. Ahora, gracias a la arqueología forense y al uso de la tecnología 3D, los científicos han podido replicar la estructura ósea del cráneo de la Señora, que, tras 10 meses, tiene por fin una cara reconocible. “El objetivo era traer al mundo uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Perú, y recordar a los peruanos su rico patrimonio cultural”, ha dicho el ministro de Cultura Salvador del Solar.“Su relevancia es incalculable”, ha agregado Solar, “ahora podemos mostrar al mundo su cara, una cara que vemos en todos los peruanos”. El descubrimiento de los restos momificados de la Señora de Cao supuso el derribo de supuestos erróneos sobre la cultura de la antigua sociedad Moche, que en contra de lo que se pensaba, no era exclusivamente patriarcal. De hecho, se han encontrado más momias femeninas en Moche, que ocupó el valle de Chicama del 100 al 700 D.C., en cuyas tumbas se han encontrado objetos que señalaban la alta posición política y religiosa de estas mujeres. Un grupo de científicos en colaboración con el Ministerio de Cultura de Perú han conseguido reconstruir, gracias a la técnica del 3D, una réplica del rostro de la Señora de Cao, una antigua líder que gobernó sobre un valle del desierto peruano hace 1.700 años, ha informado la institución gubernamental.
Un grupo de científicos en colaboración con el Ministerio de Cultura de Perú han conseguido reconstruir, gracias a la técnica del 3D, una réplica del rostro de la Señora de Cao, una antigua líder que gobernó sobre un valle del desierto peruano hace 1.700 años, ha informado la institución gubernamental.
La momia de la gobernante, repleta de tatuajes, se encontró en 2005 enterrada en una pirámide conocida como Huaca Cao Viejo, cerca de Trujillo, en el noroeste del país. La Señora de Cao, como la apodaron los arqueólogos, fue enterrada entre joyas y oro, después de morir por complicaciones en el parto. Además, junto a los restos de la líder ha aparecido el cuerpo de una adolescente estrangulada, a la que seguramente sacrificaron para que pudiera acompañar a la líder hacia el otro mundo, según ha informado el museo Cao en el sitio arqueológico de El Brujo, donde se hallaron los cuerpos.
Ahora, gracias a la arqueología forense y al uso de la tecnología 3D, los científicos han podido replicar la estructura ósea del cráneo de la Señora, que, tras 10 meses, tiene por fin una cara reconocible. “El objetivo era traer al mundo uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Perú, y recordar a los peruanos su rico patrimonio cultural”, ha dicho el ministro de Cultura Salvador del Solar. “Su relevancia es incalculable”, ha agregado, “ahora podemos mostrar al mundo su cara, una cara que vemos en todos los peruanos”.
El descubrimiento de los restos momificados de la Señora de Cao ha derribado supuestos erróneos sobre la cultura de la antigua sociedad Moche, que, en contra de lo que se pensaba, no era exclusivamente patriarcal. De hecho, en el mismo territorio, que ocupó el valle de Chicama entre el año 100 y el 700 D.C., se han encontrado más momias femeninas, en cuyas tumbas han sido hallados objetos valiosos que señalaban la alta posición política y religiosa de estas mujeres.
La Señora del Cao se ha convertido en todo un símbolo, pues es un recordatorio de las sociedades complejas que prosperaron mucho antes de que llegaran los incas o los europeos.