La Oktoberfest de Múnich cierra con 6,2 millones de visitantes
La feria se ha consolidado con 6,2 millones de visitantes
La Oktoberfest de Múnich, tradicional fiesta de la cerveza que se celebra cada año en la capital de Baviera (en el sur de Alemania), cierra este martes sus puertas tras recibir a 6,2 millones de visitantes, según el balance provisional de los organizadores, informa Efe. La feria, que comenzó el 16 de septiembre, se ha revitalizado en esta edición y ha vuelto a superar la cifra de los seis millones después de que el año pasado el mal tiempo y las reforzadas medidas de seguridad por temor a ataques yihadistas rebajaran el número de visitantes a los 5,6 millones de personas.
La cerveza ha vuelto a ser la protagonista de la Oktoberfest en su edición número 184, con 7,5 millones de las tradicionales jarras de litro vendidas, acompañando a los 127 bueyes y 59 terneros que se han cocinado. Junto a vecinos de Múnich y alemanes de otras partes del país, los organizadores han destacado la asistencia a la fiesta de estadounidenses, seguidos de británicos, austríacos, franceses y suizos.
Este año, los visitantes han tenido la posibilidad de descargar una aplicación dedicada a la fiesta, que les ha indicado dónde encontrar sitios libres y los ha ayudado a encontrar a sus amigos entre la multitud, según AFP. Para disfrutar de una cerveza, eso sí, han tenido que estar dispuestos a pagar bastante dinero. Un litro de cerveza ha costado hasta 10,95 euros, 25 céntimos más que el año pasado. Con todo, la Oktoberfest ha logrado superar holgadamente los 6,6 millones de litros de cerveza consumidos en 2016.
La Policía también ha hecho un balance positivo ya que han descendido los delitos de lesiones, aunque han subido los de carácter sexual y los de drogas, lo que ha vinculado al aumento de cámaras de vigilancia en el recinto. En el dispositivo han participado entre 600 y 650 agentes (unos 200 más que el año anterior), además de 1.600 guardias de seguridad encargados de controlar las entradas al recinto y el interior de las carpas. De nuevo estaba prohibido llevar mochilas y bolsos grandes, y el prado en el que tradicionalmente se levantas las carpas volvió a estar rodeado con vallas y barreras de hormigón.