La primera jornada de la Ofrenda de la Fallas se celebra pese al mal tiempo
El manto que luce la Virgen de los Desamparados ha empezado a tejer su diseño con los claveles rojos, blancos, rosas y amarillos que miles de emocionadas falleras han depositado este sábado a sus pies, desafiando el mal tiempo con el que ha comenzado la primera jornada de la Ofrenda de las Fallas.
El manto que luce la Virgen de los Desamparados ha empezado a tejer su diseño con los claveles rojos, blancos, rosas y amarillos que miles de emocionadas falleras han depositado este sábado a sus pies, desafiando el mal tiempo con el que ha comenzado la primera jornada de la Ofrenda de las Fallas.
Pese al frío, el viento y la lluvia esporádica, el fervor se ha desplegado un año más por las calles de Valencia en uno de los actos más multitudinarios y emotivos de la fiesta grande de la ciudad y que más admiración despierta.
La amenaza climatológica era patente después del clima desapacible que ha aparecido en los momentos previos de la decimoséptima mascletà fallera, a cargo de la pirotécnica Turís y que con un disparo clásico y potente ha llevado al delirio colectivo a un entregado público, que no se ha amilanado por haber tenido que echar mano a paraguas y chubasqueros.
A las tres y media de la tarde comenzó el goteo fallero, con comisiones llegadas de todos los puntos que, a través de la calle San Vicente o de la Paz, desfilaban al ritmo de la música de sus bandas, para confluir en la plaza de la Virgen, a los pies de la patrona, conocida cariñosamente como «Geperudeta» (Jorobadita).
La plaza de la Virgen se convierte cada año en un ir y venir de falleras que entregan sus ramos a pie de calle a los vestidores que los lanzan a sus compañeros en lo alto del catafalco -de 15 metros de alto-, que los ordenan por colores para diseñar el dibujo del manto que este año será un tradicional traje de espolín, la indumentaria típica valenciana confeccionada artesanalmente con seda.
Entre las que han desfilado estaba, ya al caer la noche, la vicepresidenta del gobierno valenciano, Mónica Oltra, que tras dos décadas en la comisión fallera Ángel Alcázar-Jose Maestre «El Cid», ha visto cumplido su sueño este año de ser fallera mayor de esta falla, junto a su hijo menor, Emilio, como presidente infantil.
Ja anem cap a l’#Ofrena18 Emoció, molta emoció! #Falles2018 #Falles18 pic.twitter.com/hCDJgimRQ1
— Mónica Oltra Jarque (@monicaoltra) 17 de marzo de 2018
También por la noche, una gran banda de música formada por un centenar de niños y niñas de entre 10 y 15 años la tradición impone que acompañe a una falla que este año conmemora el cincuenta aniversario tanto de su comisión infantil como del himno que les compuso el representante de Lola Flores.
La última en desfilar este sábado será la fallera mayor infantil, Daniela Gómez, para poner el colofón a una jornada maratoniana cerca de la medianoche, que el domingo se repetirá para que la fallera mayor, Rocío Gil, pueda depositar su ramo ante la Virgen y dar por concluidas las dos jornadas de Ofrenda -antes del castillo de la Nit del Foc– que anuncian que la Fallas llegan a su último día, informa EFE.