Cristina Morales, Premio Herralde de Novela por 'Lectura fácil'
La escritora grandina Cristina Morales ha ganado el Premio Herralde de Novela por su obra Lectura fácil, en la que narra la vida de cuatro mujeres con discapacidad intelectual que comparten piso en Barcelona. La finalista ha sido la chilena Alejandra Costamagna por su novela El sistema del tacto (presentada bajo el seudónimo de A. Torrant).
La escritora granadina Cristina Morales ha ganado el Premio Herralde de Novela por su obra Lectura fácil, en la que narra la vida de cuatro mujeres con discapacidad intelectual que comparten piso en Barcelona. La finalista ha sido la chilena Alejandra Costamagna por su novela El sistema del tacto (presentada bajo el seudónimo de A. Torrant).
El jurado del premio, dotado con 18.000 euros, ha estado compuesto por Rafael Arias, Gonzalo Pontón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos y Silvia Sesé. «La mirada ácida e inteligente de Cristina Morales nos da el reflejo fiel de una sociedad quizá no apta para verse en este espejo», ha valorado Arias. «Cristina Morales ejecuta una danza desenfrenada, desbordante de comicidad, en torno a la vida urbana, la cordura, la política y el sexo. Tan radical como divertida», ha considerado Pontón. Para Sanz, «en Lectura fácil Cristina Morales impugna un canon de normalidad económico, social, político, moral, educativo. Y lo hace a través de una motosierra estilística que, a su vez, impugna el canon de normalidad literaria». Villalobos, por su parte, destaca «el hallazgo genial de cuatro voces desternillantes que gozan de la impunidad imprescindible a toda literatura verdadera».
Morales se ha impuesto, además de a la finalista, a otras cinco novelas preseleccionadas de entre las 445 que se han presentado ese año a este galardón convocado por la Editorial Anagrama: Cristatus, de la argentina Cor Hilkema (pseudónimo); Degenerado, de la argentina Ariana Harwicz; Trayectoria, del español Silván Salas, y Una casa con jardín, de la mexicana Itzel Guevara.
La ganadora del Herralde reivindica el tratamiento narrativo con de personajes con estas discapacidades. «La literatura ha dado poca cabida a voces protagónicas de este tipo y aunque existe tradición literaria en torno a la locura, no así a lo que los castellanos denominaban ‘el idiota’ o ‘el tonto del pueblo'», ha dicho, citada por Efe. El Benjy de El ruido y la furia de Faulkner o el Zacarías de Los santos inocentes han sido dos referentes presentes en la autora, que ha recordado que «cuando han sido utilizados son vehículo para hacer crítica de clase».
Nacida en Sevilla en 1985, Morales es licenciada en Derecho y Ciencia Políticas y especialista en Relaciones Internacionales. Comenzó su carrera literaria con Los combatientes (Caballo de Troya, 2013), que fue galardonada con el Premio Injuve de Narrativa 2012. Posteriormente, ha escrito Malas palabras (Lumen, 2015), un relato en primera persona en el que se metió en la piel de Teresa de Jesús, y Terroristas modernos (Candaya, 2017).