Multas de hasta 1.500 euros por tirar pipas, chicles o colillas al suelo en Getafe
También se enfrenta a multas quien insulte, escupa, acepte o solicite servicios sexuales retribuidos o sacuda prendas y alfombras por balcones y ventanas
La nueva Ordenanza municipal de Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento de Getafe, que ya ha entrado en vigor, establece multas de hasta 1.500 euros para quien tire al suelo “productos que generen residuos de difícil limpieza como pipas, frutos secos con cáscara o chicles”.
La norma también establece multas para quien no utilice las papeleras y tire al suelo colillas, caramelos o papeles. También serán multadas las personas que lleven a cabo hechos como insultar, escupir, aceptar o solicitar servicios sexuales retribuidos y sacudir prendas y alfombras por balcones y ventanas.
Entre las infracciones consideradas muy graves, que suponen sanciones de entre 1.500 y 3.000 euros, se encuentra la de realizar “actos de consumo por una colectividad indeterminada de personas, de cualquier tipo de comida o bebida, sea esa alcohólica o no, en parques, jardines, plazas o vía pública sin autorización municipal”. A esto se suma la práctica de juegos y de competiciones deportivas masivas y espontáneas en el espacio público “que perturben los legítimos derechos de los vecinos o de los demás usuarios del espacio público”.
En cuanto a las infracciones leves, con multas de hasta 750 euros, se multarán los insultos, burlas o molestias intencionadas, así como las manifestaciones incorrectas o con insultos hacia la autoridad municipal y funcionarios.
Además, quedan prohibidas las acrobacias y los juegos de habilidad con bicicletas, patines y monopatines “fuera de las áreas destinadas a tal efecto”, así como el juego con balones en espacios públicos si se perjudica a otras personas o se realizan “a horas impropias para el descanso de la vecindad”.
Esta ordenanza, que regula “la organización de eventos, así como las normas de conducta en espacios públicos desde una perspectiva esencialmente educativa”, entró en vigor este miércoles y su objetivo, según explica la alcaldesa, Sara Hernández, es “ordenar en positivo la convivencia y proteger los diferentes usos de la ciudad”.