La guionista y realizadora Isabel Coixet, recientemente galardonada con el Premio Nacional de Cinematografía, abrirá la 65ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) el 24 de octubre con la película Nieva en Benidorm, durante una gala en la que recogerá una Espiga de Honor.
En contexto: Isabel Coixet Castillo, dedicada a la publicidad desde sus inicios y que debe el segundo apellido a su madre salmantina, debutó en el largometraje con Demasiado viejo para morir joven (1988), al que siguieron títulos como A los que aman (1998), Mi vida sin mí (2003) y La vida secreta de las palabras (2005) dentro de la ficción, ya que también es autora de documentales de acento social y, recientemente, de su primera serie de ficción (Foodie love).
Protagonizada, entre otros, por Ana Torrent, Carmen Machi, Timothy Spall y Sarita Chouldhury, Nieva en Benidorm es la historia de un solitario, maniático y obsesionado por la meteorología que, tras su jubilación anticipada en un banco de Manchester, decide visitar a su hermano que vive en la ciudad turística que da nombre al filme.
La película será proyectada fuera de concurso dentro de la sección oficial de largometrajes de un festival donde la presencia de Coixet (Barcelona, 1960) ha sido asidua en ediciones precedentes, la última en 2017 para inaugurar el festival con el estreno de La librería, distinguida en los Premios Goya del año siguiente como mejor película, dirección y guión adaptado.
Con Juliette Binoche como protagonista de Nadie quiere la noche, clausuró la Seminci en 2015 además de dictar una lección magistral de cinematografía en la Universidad de Valladolid, y en 2005 realizó el anuncio publicitario y conmemorativo de los cincuenta años del certamen que dirige Javier Angulo.
La Seminci, por otra parte, dedicará un ciclo de proyecciones a los 65 años de la generación del Free Cinema inglés, con el lema de «jóvenes airados» y estructurado en torno a diez largometrajes y dos sesiones de cortos con películas de directores como Lindsay Anderson, Tony Richardson, John Schlesinger, Karel Reisz y Lorenza Mazzetti.
Este movimiento cinematográfico irrumpió en 1956 con la publicación del primer manifiesto de los ‘jóvenes airados’, en la misma línea inaugural e innovadora que la Nouvelle Vague francesa o el nuevo cine alemán, con el fin de renovar la cinematografía británica.
Reivindicaban el cine como arte e industria a través de una estética realista, a partir de relatos inspirados en lo cotidiano y comprometidos con la realidad social del momento. Sus ideas se extendieron durante los años sesenta y, tras un periodo de difusión, desembocaron años más tarde en una nueva ola del realismo social de la mano de directores como Ken Loach, Stephen Frears y Mike Leigh.