La coreógrafa española La Ribot ha recibido este jueves el León de Oro honorífico de la Bienal de Danza de Venecia y ha defendido este arte como «un lugar en el que todos podemos existir» en medio de un mundo amenazado por el racismo, la represión y sobre todo por la pandemia.
Por qué es importante: María Ribot (Madrid, 1962) ha advertido que el coronavirus deja «el peor año para la danza» con «artistas sin trabajo, sin futuro, artistas inmigrantes, artistas enfermos, artistas niñas solas, artistas niños ahogados, artistas refugiadas y muertas de frío, artistas callados, artistas encerradas, desamparados, artistas vendidas como mercancía».
Un problema que se añade a otros que, a su parecer, sacuden al mundo, como «un neoliberalismo que avanza salvaje», dictaduras políticas que «se expanden», una creciente represión policial, los fascismos y los nacionalismos, los feminicidios que «no tener fin» y «el peligro total» que acecha al mundo transexual.
«Esta pandemia me está dejando el corazón helado y por eso voy a hablar en castellano, mi lengua materna, porque hoy tengo frío y esta lengua me da calor», así ha iniciado el discurso la bailarina madrileña afincada en Suiza nada más recibir el galardón, visiblemente emocionada.
Ante todo esto, su receta es la danza. «Yo me imagino que podríamos estar todos bailando sin parar, todo el rato, todos a la vez, transformándonos continuamente, pasando por todo tipo de experiencias. Partiendo por ejemplo de nosotros mismos», ha proseguido.
Para la Ribot, esta disciplina es en realidad «un lugar donde todos podemos existir con nuestros cuerpos» y por ende «es muy necesario» creer en este arte como «fuente de conocimiento, saber que crea fuertes lazos entre las personas e inventa mundos mejores».
La directora de la Bienal de Danza, Marie Chouinard, que no pudo acudir a la ceremonia por la pandemia[contexto id=»460724″], ha felicitado a La Ribot como «gran dama extravagante del arte contemporáneo» y una «artista total» por su obra «radical, rigurosa, crítica, híbrida y libre».
«Su obra contagiosa actúa fulminantemente sobre el pensamiento, lo obliga a moverse fuera de los cánones, a reorganizar sus puntos de referencia (…) Ella misma es una manifiesto encarnado que se renueva sin parar destruyendo alegremente los preconceptos», ha elogiado Chouinard.
La Ribot obtuvo el Premio Nacional de Danza y la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes de España en 2015 y el Gran Premio suizo de la Danza en 2019, y actuó por última vez en España este julio, con Please, please, please, en los Teatros del Canal.