Gracias al boom que ha tenido la miniserie las asociaciones cuentan con 20 millones más de jugadores
Se trata de la miniserie más vista de la historia de la plataforma de Netflix. Gracias a ella se han disparado las compras de tableros de ajedrez y le ha recordado a la sociedad lo fascinante que es este juego.
Se ha convertido en la serie del momento, y ha conseguido acercar el mundo del ajedrez, para muchos desconocido, a todo el mundo. La protagonista, Beth Harmon, es una joven huérfana que se convierte en campeona mundial contra todo pronóstico, ya que la compleja vida que vivió no le puso nada fácil el desarrollo y proyección de su carrera, sin embargo, la brillante e imparable mente de Harmon le llevó a desafiar no solo a sus oponentes sino también a los códigos estipulados de la época.
La miniserie, inspirada en la novela de Walter Trevis ‘Gambito de dama’ (1983) ha conseguido que el colectivo identifique el “gambito de dama” con la ficción producida por Netflix y no con la apertura de juego más antigua del ajedrez.
Gambito de Dama, ha conseguido revolucionar Internet, entre las búsquedas en Google o en Ebay las compras en relación con el juego se han duplicado y la plataforma online “chess.com” ha multiplicado por cinco sus suscripciones.
Otro de los datos más llamativos es que esta miniserie se ha convertido en la más vista de Netflix de la historia, está a la cabeza de las listas en 63 países.
El genuino cóctel de los grandes del ajedrez
Beth Harmon aprende a jugar ajedrez en el sótano de su orfanato con el conserje de la institución. Este termina por convertirse en su mentor y en pulir el prodigioso talento de la joven que pasará a convertirse en una celebridad en el mundo del ajedrez, llegando a ser la número uno del mundo.
Harmon se desarrolla en un mundo adulto en el que predominaba la presencia masculina. Sin embargo esto para ella solo supone un incentivo y una manera de motivar sus ansias de mejorar en cada partida.
Robert Fischer, Boris Spassky y Antoly Karpov… son el prodigioso cóctel que se ha utilizado para dar vida a la protagonista de la serie. Beth Harmon no es resultado de una sola persona sino de una mezcla de eruditos del ajedrez. El escritor Walter Trevis, ha confesado que también se ha inspirado en sí mismo: “Nací en San Francisco y cuando era pequeño me diagnosticaron una enfermedad reumática del corazón para la que me dieron unas drogas muy fuertes. De ahí tomé la drogodependencia de Beth, escribir sobre ella ha sido una especie de purgatorio”, contaba el autor de la novela a The New York Times.
La moda, otra de las grandes protagonistas
El vestuario de ‘Gambito de Dama’ no pasa desapercibido, el estilo único de los años 50 y 60, se ve perfectamente reflejado, gracias como no, a Harmon, la protagonista. En un mundo en el que la figura masculina tenía una presencia y una importancia mucho mayor que las mujeres, Beth Harmon consigue resistir y abrirse paso, pero sobre todo llamar la atención de todos los que se la cruzan.
Su talento lo que hace que esta joven consiga convertirse en la campeona del mundo del ajedrez, sin embargo lo que ha conseguido conquistar a gran parte de los espectadores es su estilo inconfundible que ya se ha convertido en tendencia.
Anya Taylor-Joy que es quien da vida a la protagonista aseguraba que “En gran parte, la seducción del ajedrez es que, si aprendes sus reglas, puedes entender cómo va a reaccionar alguien y tener movimientos para ello. Ella responde bien a tener reglas, a saber qué hacer, y encuentra seguridad en eso”. Pero además en su caso iba acompañado de una carismática y estilosa Harmon.
Su personalidad descarada, acompañada de una mirada penetrante consiguen que el espectador sea conquistado a penas en los primeros minutos del primer episodio. Beth Harmon, sin pretenderlo, ha conseguido empoderar una nueva versión de la mujer en ajedrez que se desconocía y ha regalado escenas brillantes frente a un tablero: “Es todo un mundo en solo 64 cuadrados. Me siento segura en él. Puedo controlarlo, puedo dominarlo y es predecible. Así que, si me hago daño, solo me tengo a mi misma para culparme”, así lo definió ella.
Una conocida cita sobre ajedrez asegura que «La belleza del ajedrez es que puede ser lo que quieras que sea. Trasciende el lenguaje, la edad, la raza, la religión, la política, el sexo y los antecedentes socioeconómicos. Sean cuales sean sus circunstancias, cualquiera puede disfrutar de una buena pelea a muerte sobre el tablero de ajedrez»