Un equipo de investigadores de las universidades Autónoma de Barcelona, Valladolid y Salamanca han identificado en la Biblioteca Nacional de España un ejemplar único en el mundo: una primera versión de la obra El castigo sin venganza, de Lope de Vega, que luego el autor descartó y que fue editada ilegalmente.
En contexto: Lope de Vega tenía casi 70 años cuando culminó el 1 de agosto de 1631 esta obra, cuyo manuscrito autógrafo se conserva en la Biblioteca Pública de Boston, que es considerado por los expertos una joya, ya que contiene muchas tachaduras, adiciones, correcciones y reescrituras, que permiten seguir su proceso creativo.
Y ahora se ha encontrado lo que es probablemente la primera edición que existió de El castigo sin venganza, pero de una primera versión que el autor descartó y que fue publicada ilegalmente. El hallazgo y estudio del ejemplar ha sido llevado a cabo por los profesores Germán Vega, de la Universidad de Valladolid (UVA), Ramón Valdés, de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), y Alejandro García Reidy, de la Universidad de Salamanca (USAL), según han dado a conocer este lunes en un comunicado conjunto con la Biblioteca Nacional de España.
El ejemplar, único en el mundo, se encuentra en un importante fondo de sueltas teatrales de la BNE que los investigadores siguen estudiando. Se trata de una edición suelta, pirata, sin los obligatorios datos de imprenta, pero que pudo ser la primera impresión de la obra de Lope, lo que se denomina edición príncipe (editio princeps).
Hallan una primera impresión "pirata" de una obra de Lope de Vega.https://t.co/FwIA3PFS07 pic.twitter.com/UMoJFmCnaI
— EFE Noticias (@EFEnoticias) February 1, 2021
«El texto del impreso debió de originarse muy tempranamente, incluso antes de las primeras ediciones conocidas hasta ahora, porque recoge el primer título que figuró en el autógrafo Un castigo sin venganza, y no El, y, por otro lado, lo que resulta muy significativo, la primera versión del final, en que Lope tachó varios versos para reescribirlo y perfeccionarlo», explica Valdés. Es una versión «menos impactante, pues no muestra en escena los cadáveres de los amantes protagonistas, y con intervenciones más breves», que no fue recogida en ninguna otra edición, ni las que hasta ahora se creían las primeras, que fueron promovidas por el propio Lope de Vega.
Por eso cree posible que esta edición derivara de lo que se conoce como «manuscrito de compañía temprano», es decir, un manuscrito de los que se copiaban en las compañías de teatro para su puesta en escena, añade Valdés. El análisis demuestra que la edición identificada se estampó en Sevilla, por entonces parte del Reino de Castilla, donde desde 1625 no se autorizaba la impresión de comedias por su cuestionable moralidad.
Durante esos años de suspensión de licencias se imprimieron muchas obras ilegalmente en Sevilla y el negocio ilegal de impresos teatrales en la capital hispalense, sin datos de imprenta, o con datos falsos, fue denunciado repetidamente por los dramaturgos, incluido el propio Lope en el prólogo de la edición que él promovió en 1634 de El castigo sin venganza. Según estos expertos, tal vez esta edición ilegal sevillana fuera precisamente lo que empujó a Lope a publicar su propia edición (en Barcelona para esquivar la prohibición vigente en Castilla).
En esta edición ilegal, el impresor añadió tras el título un lema que decía «Cuando Lope quiere…», y que parece aludir precisamente a ese ambiente de rivalidad que enfervorecía al público del que era el gran entretenimiento de masas de la época, el teatro. Es la primera edición que usa este lema, ya que hasta ahora sólo se había documentado en una mucho más tardía. Varios rasgos del nuevo impreso localizado han permitido a los expertos reconocer la imprenta sevillana donde apareció: la del impresor Gómez de Pastrana.
«El catálogo legal y conocido de Gómez de Pastrana es tan escaso que se diría que insuficiente para vivir de ello. Eso hace sospechar que imprimía más de lo que legalmente publicaba y reconocía con su pie de imprenta ‘con licencia en Sevilla, por Pedro Gómez de Pastrana. A la esquina de la Cárcel Real'», explica Germán Vega. «También sabemos que unos años más tarde un inspector requisó en su imprenta paquetes de comedias impresas ilegalmente y decretó su prisión».
Cómo se hizo Gómez de Pastrana con una copia de la obra es todavía un misterio, pero pudo ser producto de una acción ilegal y, desde luego, sin conocimiento del propio Lope, señalan los investigadores, que plantean dos hipótesis relacionadas con las compañías teatrales que interpretaron la obra en la época.