La familia Pérez de Castro Méndez, responsable de la escuela de diseño y moda IADE y descendientes de Evaristo Pérez de Castro, redactor de la Constitución de Cádiz en 1812, es la propietaria del supuesto cuadro de Caravaggio cuya subasta se paralizó el pasado 8 de abril en Madrid.
En contexto: el Ministerio de Cultura frenó la subasta de un cuadro en Madrid ante la sospecha de que se trataba de un verdadero Caravaggio. El ministro, José Manuel Rodríguez-Uribes, pidió tiempo para verificar su autenticidad y la Comunidad de Madrid inició la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del cuadro. El cuadro iba a subastarse por un precio de salida de 1.500 euros.
Los tres hermanos han emitido un breve comunicado en el que confirman la propiedad y afirman que han puesto la pieza en manos de Colnaghi: «Como propietarios del cuadro Ecce Homo, atribuido a Caravaggio, agradecemos el interés que ha suscitado entre conservadores y coleccionistas en los últimos días. Asimismo queremos comunicar que, a partir de ahora, todo lo relacionado con el estudio, la conservación y gestión de otras cuestiones relativas a esta pintura será coordinado por la galería Colnaghi y su director Jorge Coll».
Este anticuario pasará a gestionar de manera directa «el estudio, la restauración y cualquier otra gestión» relativa al cuadro, que es una herencia familiar que los tres hijos de Mercedes Méndez Atard, artista e hija de Diego Méndez, arquitecto del Valle de los Caídos, decidieron poner a la venta a través de la casa de subastas.
Si la obra es reconocida finalmente como de Caravaggio su precio en el mercado internacional podría alcanzar los 150 millones de euros. Un valor que en España será muy inferior y donde el Museo del Prado podrá ejercer el derecho de tanteo.
El cuadro colgaba en un inmueble del barrio de Salamanca de Madrid. La pintura, en un primer momento atribuida al círculo del pintor José de Ribera, fue declarada inexportable por el Ministerio de Cultura el mismo día que iba a celebrarse la subasta.