El festival de música Vida, el primero sin distancia social en pandemia de España, ha cerrado su séptima edición con 27.000 asistentes, tras un inicio marcado por los problemas derivados de las largas colas que se vivieron para someterse al test de antígenos previo al acceso.
En contexto: el festival arrancó el pasado jueves, 1 de julio, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) con colas de hasta tres horas para hacerse la prueba obligatoria, lo que obligó a los organizadores a cambiar el sistema al día siguiente para poder cumplir con los protocolos implementados de control del coronavirus.
El sistema de acceso y testeo encargado a una empresa especializada en grandes eventos que provocó largas colas el jueves fue corregido por la organización en las jornadas de viernes y sábado, que sucedieron sin incidencias.
Según informan este domingo los organizadores en un comunicado, a este primer festival sin distanciamiento social de España desde marzo de 2020 han asistido 27.000 espectadores, todos ellos tras dar negativo en las pruebas de coronavirus[contexto id=»460724″]. Todo esto gracias a una metodología basada en test de antígenos y mascarillas FFP2.
De la cuarentena de conciertos realizados en los cuatro escenarios del recinto del festival -Estrella Damm, La Masia, Cabana Jägermusic y El Bosc- el viernes destacaron los de Vetusta Morla, Hinds, The New Raemon con Paula Bonet y Pol Batlle con Rita Payes.
La segunda jornada acogió a Nathy Peluso junto a las propuestas de Stay Homas, Maria Arnal y Marcel Bagès y Meritxell Neddermann, entre otras, y finalmente el sábado el público pudo disfrutar de Love of Lesbian, Sen Senra, Maria José Llergo y Tarta Relena.
En los próximos días, la organización hará públicos los resultados finales de los test realizados a los asistentes a este festival.