El 'cineasta de la fe' que triunfa en medio mundo y que las televisiones españolas ignoran
Juan Manuel Cotelo estrena la comedia ‘Tengamos la fiesta en paz’. Netflix compró tres películas suyas, pero las cadenas nacionales se le resisten
Por su nombre pocos le conocerán. Se llama Juan Manuel Cotelo, es director de cine, y su película Tierra de María se convirtió en el documental más visto a nivel mundial de toda la historia del cine español. Se estrenó en 39 países y, en Roma, el mismo día que el equipo local jugaba un partido histórico de Champions contra el Bayern de Munich, un río de gente hacía cola en el cine para ver el filme. Este exitazo llamó la atención de los periódicos locales, que no dudaron en afirmar que la «fe fue más fuerte que el fútbol».
El próximo 3 de diciembre estrena su próxima película, una comedia musical titulada Tengamos la fiesta en paz y que se ha financiado, como todos sus proyectos anteriores, a través de campañas de crowdfunding. El hilo conductor de todas sus películas es el amor y la fe, que se expresa con la unidad de la familia. Esta nueva producción explica la historia de dos hijos que, como castigo y con la complicidad de la abuela, deciden encerrar a sus padres hasta que se reconcilien y empiecen a valorar lo que de verdad importa, más allá del estrés a causa del trabajo y los compromisos diarios.
En un momento en el que el mainstream cultural aboga por potenciar otro tipo de dilemas y cotiza al alza el individualismo y la autorrealización personal, Cotelo apuesta por lo clásico: la familia tradicional y la vocación «de servicio» hacia los seres queridos. Sin cuotas de ningún tipo. «¿Se imagina las películas de Chaplin, o de John Ford, o de Kurosawa, o de Eisenstein… o las pinturas de Picasso o Van Gogh, sometidas al dictamen de los gobernantes de turno?», explica a THE OBJECTIVE para defender que ningún artista debe estar condicionado por «imposiciones de los poderes públicos».
Y es que una de las preguntas que emergen es el silencio que sus películas han recibido por parte de las instituciones públicas y las televisiones españolas, que nunca han emitido una de sus películas. Netflix, en cambio, compró tres de sus películas (Tierra de María, Footprints y La última cima) después de que un agente de ventas viera una de sus películas en Miami. Asimismo, tiene como socio un importante productor y distribuidor francés.
Cotelo es prudente y se lo toma con filosofía: «Algún día, sin especial presión por nuestra parte, las televisiones de España sentirán interés por nuestro trabajo, simplemente por constatar los resultados que obtenemos en la cartelera. Todo llegará a su debido tiempo». Es consciente de que si hubiera condicionado su trabajo a la aprobación de los grandes agentes de la industria o «de las subvenciones públicas», nunca habría «hecho nada», salvo «quejarse inútilmente».
Tampoco quiere prestarse al victimismo ni estigmatizar al resto de profesionales, como a veces se hace desde algunos altavoces mediáticos contra la industria cinematográfica española: se declara admirador de grandes realizadores como Pedro Almodóvar, Alejandro Aménabar, Juan Antonio Bayona, Julio Medem, o Icíar Bollaín. Y no busca la confrontación sino la unidad. «Nunca me ha gustado vestir ningún uniforme. Vamos a favor de la corriente que promueve el amor. Una corriente de alegría, de esperanza, que se nutre de la búsqueda de soluciones», abunda.
Un divorcio cada cinco minutos
La película, producida por INFINITO +1, se lanzó para combatir los efectos «de dos pandemias paralelas»: la de la covid-19 -que amenazaba con paralizar tantas producciones cinematográficas- y la pandemia de «rupturas familiares». Según los datos que manejan, en 2020, en España, se produjo un divorcio cada 5 minutos.
Cotelo decidió huir de las quejas y los diagnósticos pesimistas y con buen humor se propuso afrontar los problemas familiares con una comedia musical para toda la familia. Para completar la financiación, lanzaron una campaña internacional de crowdfunding. En menos de 40 días, alcanzaron y superaron el objetivo, gracias al entusiasmo de miles de personas que apostaron por el proyecto, desde 30 países diferentes.
La película, afirman, está «basada en familias reales», y son los hijos quienes castigan a sus padres por portarse mal, para poner fin a sus discusiones y reavivar su amor. El filme busca ser un preludio de una Navidad divertida y sin enfados, en la que los más pequeños de la casa toman las riendas, a lo grande, para facilitar que todas las familias «tengan la fiesta en paz».
Exitazo en América Latina. Su mayor ‘taquillazo’, Tierra de María, se estrenó en 2013. Cotelo se preguntó por qué no hacer películas que hablen sobre Dios y que pudiera ser para todos los públicos.
En España se estrenó en once salas. Y posteriormente dio el salto al otro lado del Atlántico. En México fue la octava película más visto en su estreno, en Chile, Panamá, Nicaragua, Colombia, Ecuador o El Salvador también se estrenó entre las 10 películas más vistas de la semana, compitiendo contra películas de presupuestos 10 veces superiores y con muchas más copias de exhibición.
En Italia, ha cosechado más de 80.000 espectadores y en Polonia se convirtió en todo un fenómeno que superó los 130.000 espectadores en cine Sin duda, ha pegado fuerte en los países de tradición católica, donde la figura de la Virgen María tiene un peso mayor que en otras religiones.