Diez años de 'Black Mirror': primero fue una tragedia, ahora es una sátira
La serie distópica lleva una década existiendo y en este tiempo sus copias u homenajes han pasado de ser verdaderos dramas a comedias negras… ¿llegó la distopía y optamos por reirnos de ella?
Hace una década una pequeña serie británica llegó a las pantallas de todo el mundo y se convirtió en un éxito de culto. Los comentarios mezclaban asombro, admiración y miedo. Era una serie sobre el futuro, pero a diferencia de otras distopías, estas parecían altamente posibles… y eso las hacía más aterradoras.
Black Mirror se estrenó con solo tres episodios en 2011, que aún se mantienen indelebles en la memoria de quienes los vieron esa primera vez, sin saber lo que les esperaba. El show distópico se convertiría, en poco tiempo, en un clásico televisivo, y su nombre en un adjetivo para denominar todo lo que está mal con la relación humana con la tecnología. Siguieron varias temporadas, cada vez con más famosos y más presupuesto, y luego llegó el momento en que Netflix la adquirió. Y aunque actualmente uno de su creadores, Charlie Brooker, ha dicho que no planean sacar nuevos episodios en estos tiempos tan realmente distópicos, lo cierto es que Black Mirror está cada vez más vigente.
La década en que la serie se ha ganado el aprecio mundial también ha generado que muchas versiones, copias o sucedáneos intentasen arrimarse a su éxito para ganar también espectadores. Inicialmente había dos tipos de versiones: las altamente pesimistas sobre un futuro humano terrible (El cuento de la criada, Utopia, Years and Years) y las que utilizaban la tecnología como una amenaza (Tales in the Loop, Electric Dreams, Humans, Westworld). Lo cierto es que estas visiones terribles han ido cambiando con el tiempo y la sátira, algo que Black Mirror siempre tuvo bajo su catastrofismo, se ha convertido en el género más favorecido para contar historias distópicas vinculadas con la tecnología.
Puede que tenga que ver con lo que ha pasado en esta última década. Black Mirror era una especie de advertencia y, ahora, lo que advertía en muchos casos es ya parte de la rutina humana. En 2011, había pasado menos de un año de la creación de Instagram, TikTok aún estaba a cinco años de distancia y WhatsApp existía hacía solo dos años. La cultura de Internet, las discusiones sobre el poder de las redes sociales y los influencers eran algo inexistente.
Tras 10 años, el mundo se ha modificado rápido y radicalmente, las advertencias son ya obsoletas y el futuro pinta macabro… ¡por dios Mark Zuckerberg va a generar un Metaverso e Elon Musk pretende ponernos chips en el cerebro! No es entonces extraño que, a falta de reacciones productivas, nos quede solo el sarcasmo y el humor negro para lidiar con lo que promete ser solo peor.
¿Ejemplos? Made for Love, una comedia de HBO sobre el matrimonio de un magnate tecnológico desquiciado y psicópata, trata el ego desproporcionado y los millones no controlados de esta versión de Musk como lo que son: herramientas para hacer lo que desea sin que nadie lo detenga. La única que ofrece resistencia, luego de un tiempo, es su esposa, una joven normal que vive encerrada en un espacio real/virtual creado por su pareja y a quien le inserta un chip para ver todo lo que ve ella, sin su consentimiento. Parece un cuento de terror, pero lo cierto es que por un lado a un 15% de los españoles eso les parece bien, y por otro, que la serie es una sátira llena de un humor negrísimo y muy buenas actuaciones.
Otro ejemplo, es Upload, una versión de comedia sci-fi del episodio de San Junipero de Black Mirror, en que el protagonista está a punto de morir en un accidente producido por un coche que conduce solo y sube su conciencia a una comunidad de vida virtual antes de perecer.
Puede que de momento ni Brooker ni su compañera, Anabel Jones, tengan planeado sacar más episodios de la serie, pero sí existe una opción satírica (hasta los creadores del drama tecnológico están optando por el humor) para reírse un poco del pasado año 2020 (y si nos ponemos, del 2021, que ha sido básicamente igual de horrible). A la mierda el 2020 es un falso documental sobre el año en que la pandemia que, como una trama de Black Mirror, parece tener una resiliencia y una crueldad inusitadas en su nunca acabar, ha marcado el siglo XXI llegó a nuestras vidas.
Si extrañas traumatizarte viendo episodios sobre chips en el cerebro, clones atrapados en realidades virtuales o la tiranía de los seguidores, ya te nombramos algunas opciones… lo mejor, sin embargo, es tal vez que optes por las más graciosas y no las menos (Made for Love puede ser premonitoria, pero también hace reír… Years and Years, en cambio, te dejará hecho una bola en tu sofá y llorando en silencio), que 2021 promete terminar aún siendo complicado… y 2022 promete empezar de la misma manera.