Phil Lord y Chris Miller, las nuevas voces de la comedia en Hollywood
Los guionistas, directores y animadores acaban de estrenar una serie en Apple TV+, ‘The Afterparty’, pero antes ya se habían hecho un nombre con ‘La LEGO película’. Esta es su historia
Todo el que haya visto La LEGO película (2014) sabe que lo que parecía una terrible idea -sacada del mismo saco del que vino Emoji Movie- resultó ser todo lo contrario. Pero ¿cómo una película animada sobre estos muñecos atemporales pudo llegar a ser una de las joyas de la comedia de ese año? No había nada sobre lo que construir la historia, y menos una llena de pegadizas canciones, buenos personajes (algunos tan geniales, sí hablamos de Batman, que tuvieron luego su propia película) y un final altamente existencial que nadie vio venir. Es aquí donde entran Phil Lord y Chris Miller. Esta pareja de creadores fue la responsable de la genialidad escurridiza de La LEGO película y desde ese momento ha probado que su inventiva, y su excelente sentido el humor, pueden hacer mucho más. Pero, ¿quiénes son estos dos escritores, y directores, que se han convertido en una marca en sí mismos y en las nuevas voces de Hollywood?
Phil Lord y Chris Miller se conocieron cuando eran estudiantes en la Universidad de Dartmouth. Y aunque realmente los presentó un amigo en común, siempre prefieren contar otra historia, una en que el pelo de la novia de Chris se encendió en llamas… y olía tan mal que todos tuvieron un ataque de risa. Ese día no fue el primero en el que hablaron, pero sí, dicen, en el que se hicieron buenos amigos.
Ambos comenzaron a trabajar, entre exámenes y tareas, en cortos animados. Y cuando el periódico de la universidad publicó un perfil de Miller, que contaba su experiencia como becario en varios estudios (y la exageraba bastante), Miller recibió una llamada de Michael Eisner (jefe de Disney en ese momento). Así que enviaron copias de sus cortos y Chris se aseguró de que Phil estuviese en la reunión con él.
El resultado fue un contrato de desarrollo de dos años con Disney. Así que los jóvenes recién graduados se mudaron a Los Ángeles y comenzaron a trabajar. Y aunque la mayoría de sus propuestas no llegó a producirse, una de ellas funcionó y generó un grupo reducido pero fiel de seguidores. Era Clone High, una serie animada sobre un bachillerato regentado secretamente por el ejército como un experimento y en que solo estudian clones de seres históricos famosos. Solo se emitió por una temporada, en MTV, y se canceló luego de protestas en India porque el personaje de Gandhi era un fiestero empedernido (el año pasado, sin embargo, HBO Max anunció dos nuevas temporadas).
Luego de este traspiés, los creadores siguieron buscando nuevos proyectos y en 2003 fueron contratados para escribir y dirigir Lluvia de albóndigas (2009). No todo fue alegría. Tras un año de escribir fueron despedidos y luego re-contratados dos años después. A pesar de ello, estuvieron a punto de ser despedidos de nuevo porque la poderosa productora de Sony, Amy Pascal, sentía que al guion le faltaba una historia emocional central que le diese profundidad a los personajes. Lord y Miller la escucharon y la película se estrenó con buenas críticas.
Y luego vino una idea a la que le habían dado vueltas durante tiempo, un revival de 21 Jump Street (2012), con Channing Tatum y Jonah Hill: su primera película no animada. El éxito fue inmediato y una secuela encargada solo poco tiempo después.
Luego de este éxito que la dupla propuso a Warner la idea de hacer una película sobre LEGO. Su enfoque, sobre un ser ignorantemente feliz que despierta a una realidad más oscura, y su trato de los protagonistas (las licencias de LEGO permitían utilizar todo tipo de míticos personajes como Batman, Gandalf, C3PO, Han Solo…), está lleno de humor, música y un estilo que, tras el éxito de la película, se convirtió en su sello personal.
Antes de que Marvel se lanzara al complicado pozo de los multiversos, antes de Mark Zuckerberg se proclamara Meta, Lord y Miller contaron la historia de Miles Morales y el Spiderverse
Poco después llegó lo que significaría su primer Óscar: Spiderman: Into the Spiderverse (2018). Antes de que Marvel se lanzara al complicado pozo de los multiversos, antes de Mark Zuckerberg se proclamara Meta, Lord y Miller contaron la historia de Miles Morales, un adolescente que hereda los poderes de Spiderman y que por error termina abriendo puertas hacia otros universos en que viven otros, muy diferentes, Spidermans (¿les suena?). Con este filme ganaron el Premio de la Academia a Mejor Película Animada en 2019.
Tras esta bendición de la industria su futuro inmediato prometía. En ese momento, Disney, siguiendo los pasos de Marvel, estaba contratando nuevas y emocionantes voces para dirigir sus nuevos proyectos de Star Wars. Lord y Miller fueron elegidos para llevar a la pantalla la historia del origen de Han Solo. Pero, como en otras ocasiones, la libertad creativa ortogada a los creadores (ya había pasado antes) fue reducida y al final fueron despedidos por «diferencias creativas». Ron Howard se encargó de terminar la película, una de las más mediocres de las nuevas entregas de la saga y que obligó a replantear el amplio y abarrotado plan de estrenos que tenía el estudio.
A pesar de un despido tan sonado, los directores no sufrieron una enorme pérdida. En los últimos dos años produjeron The Mitchells vs The Machines (nominada al Óscar como Mejor Película Animada este año), están desarrollando dos secuelas a su saga de Spiderman y acaban de estrenar hace unas pocas semanas la serie The Afterparty, en Apple TV+.
Un proyecto con una década de historia, la serie relata lo que sucede luego de una reunión de bachillerato 15 años después de la graduación (una pista: alguien muere). Tras la tragedia una detective investiga el crimen e interroga a cada personaje, cuya historia ocupa un episodio y que cambia de género cinematográfico en función de su personalidad. Es un proyecto ambicioso, pero eso no es algo que desanime a Lord y Miller (nunca lo ha sido).
Tras esto tienen entre manos varios proyectos: una película con Ryan Gosling, una adaptación del libro The premonition: A Pandemic Story y una película sobre Hall & Oates (quienes hayan visto The Afterparty ya disfrutaron de un pequeño guiño a este proyecto, que promete y mucho).
Lord y Miller no parecen tener intención de parar o bajar la velocidad, tampoco de seguir explorando sus ideas tanto en animación como en live action. Son un dúo creativo que está construyendo su propio y gracioso legado. Y eso vale la pena seguirlo.