ARCO inaugura su nueva edición con política y polémica
La feria celebra este año el aniversario que no pudo conmemorar en 2021 por la pandemia
La feria ARCO ha abierto este miércoles las puertas de su edición aniversario, bautizada como 40 (+1), en la que durante cinco jornadas mostrará lo mejor del arte contemporáneo, alguna polémica y bastantes piezas de contenido político.
Tras dos ediciones marcadas por la pandemia, ARCO vuele a su fecha habitual -febrero- y lo hace con las propuestas de 185 galerías de una treintena de países.
La feria celebra este año el aniversario que no pudo conmemorar en 2021 por la pandemia. Una veintena de galerías que han participado en ARCO desde sus inicios han creado una especie de museo imaginario con obras de artistas fundamentales a lo largo de sus 41 años de vida.
Grandes nombres del arte español como Picasso, Tapies, Chillida o Equipo Crónica, cuelgan de las paredes de la feria. Por el momento, la obra más cara es un cuadro de Joan Miró de 1973, valorado en dos millones de euros, en la Galería Leandro Navarro.
La polémica ha estado servida cada año en ARCO, bien fuera el Franco en la nevera de Eugenio Merino o los presos políticos de Santiago Sierra.
Uno de los focos de atención parece que será este año el stand de una de las galerías más jóvenes, la peruana Galería Gingsberg, que presenta la obra de Wynnie Mendoza Ortiz (Lima, 1992).
Wynnie Mendoza Ortiz y el cierre de su vagina
La chocante propuesta, bautizada como Cerrar para abrir, gira en torno a la operación a la que se sometió la artista para cerrar la apertura de su vagina casi completamente.
«Nunca sentí esa idea de ser una mujer o un hombre, estoy en un espacio intermedio buscando mi propia sexualidad. Nunca me he sentido identificada con mi vagina, ni siento ninguna conexión con ella, no tengo sexo a través de ella, tampoco quiero ser madre», ha dicho.
Tras buscar un cirujano que aceptara hacerle la operación, encontró uno especializado en realizar vaginoplastias a mujeres que han sufrido algún desgarro tras el parto y este accedió a cerrar casi por completo la cavidad.
«Tengo un hueco para menstruar y dejar salir fluidos», explica.
El vídeo –con imágenes explícitas– se acompaña con un cuadro de grandes dimensiones en el que la artista habla de «todo lo que está detrás» de esta operación, en el que se puede ver su figura junto a la de otras mujeres, que la sujetan, y que aborda cuestiones como la violencia o el amor.
La operación, asegura, sirvió para darle más seguridad y reconciliarse consigo misma. «Esta operación puede parecer ahora insólita, pero creo que puede ser parte del futuro. Siempre he querido tocar el futuro con mi obra», señala la artista.
Postales de un Colón que se derrumba
El artista Eugenio Merino vuelve también a la feria, ya son 22 ediciones. Su Franco metido en una nevera de Coca Cola y su ninot del Felipe VI fueron también centro de centro de la polémica en el pasado.
Este año trae una serie de 42 postales de estatuas de Colón, que ha recortado para que parezcan que están siendo derrumbadas, en clara sintonía con la crítica postcolonial de estos monumentos.
«Franco en la nevera no era polémica, era una realidad. Los mismo que me denunciaron son los que han financiado a Vox. El arte está para evidenciar realidades», señala mientras se afana en terminar de montar su propuesta en la galería catalana Adn.
La obra de Franco no era, a su juicio, «radical ni polémica» como muchos consideraban, aunque la Fundación Franco consiguió llevar a juicio al artista. «La polémica en España es absurda», explica, solo se genera polémica cuando la propuesta choca con algo conservador y ARCO «es muy conservadora», señala.
Pedro Sánchez y el Rey emérito
Político también es el mensaje de Riiko Sakkinennen, el artista finlandés afincado en España que en 2019 hizo una obra de corte irónico sobre el Rey, en 2020 le tocó el turno a Franco y este año a Pedro Sánchez, cuya imagen aparece acompañada por nombres de dictadores comunistas como Pol Pot o Fidel Castro.
«La gente pensaba que con este Gobierno algo iba a cambiar, decían que eran comunistas, pero el capitalismo es el mismo», señala sobre su obra de tono irónico. La pieza ronda los 16.000 euros.
El artista también presenta un dibujo del rey emérito acompañado por el lema Sale. He was king now only fugitivo. (En rebajas, era un rey pero ahora solo un fugitivo) a 2.200 euros.
La Galería José de la Mano, que el año pasado trajo un versión del Guernica realizada por Ibarrola en los setenta, apuesta este año por una serie de autores vascos entre los que se encuentra un reivindicativo trabajo de Ramón Bilbao en los últimos años del franquismo.
En su trabajo se puede ver un retrato de Franco con una cruz roja y una serie de retratos de miembros de ETA fusilados en 1975, meses antes de la muerte del dictador.