'The Murder of Crows', cuando el sonido se convierte en una experiencia multisensorial
La instalación de Janet Cardiff y George Bures Miller se compone de 98 altavoces que emiten sonidos que nos llevan a pensar en las sensaciones que producen muchos de nuestros sueños
El sonido que deja tras de sí una marcha militar, los cánticos que entonan las monjas de un monasterio indio, el aleteo de los pájaros o una canción de cuna que se convierte en un canto de esperanza. Durante media hora The Murder of Crows, la instalación sonora de la pareja formada por Janet Cardiff y George Bures Miller que se puede disfrutar (o sufrir, o ambas cosas al mismo tiempo), sumerge al espectador en un carrusel de sensaciones en la Nave 0 de Matadero.
La pieza se presentó por primera vez en la Bienal de Sídney de 2008 fruto del encargo de la TBA21. A Francesca Thyssen le gustaba el uso que la pareja hacía del sonido como algo rompedor y quería trabajar con ellos en algo especial. De entrada, el espectador puede sorprenderse al ver un viejo gramófono sobre una mesa y un montón de sillas que invitan a sentarse (o a esperar con inquietud). La instalación se compone también de 98 altavoces que emiten sonidos en apariencia inconexos que nos llevan a pensar en las sensaciones que producen muchos de nuestros sueños cuando nos despertamos e intentamos reconstruir lo que hace unos segundos tenía sentido pero que se desvanece.
De alguna manera, un paisaje sonoro nos lleva a otro y de este modo se suceden los ruidos de una fábrica, las olas que rompen, la composición de una guitarra, un coro o una banda de música. Cada espectador percibe estos estímulos a su manera y de vez en cuando del gramófono sale la voz de Cardiff. Y es que en realidad, la pieza está compuesta por tres pesadillas de la propia artista: la violencia del ejército y las marchas militares, el miedo a la guerra y la sensación de sentirse inútil.
«Cuando salimos de ver la pieza por primera vez en Madrid lo hacemos pensando en Ucrania y en que podrían haberla escrito hoy»
«Cuando salimos de ver la pieza por primera vez en Madrid lo hacemos pensando en Ucrania y en que podrían haberla escrito hoy», comenta Soledad Gutiérrez, comisaria de la TBA21. Esta The Murder of Crows es una pieza en la que los artistas continúan explorando los atributos escultóricos y físicos del sonido a partir de una referencia clara: el grabado El sueño de la razón produce monstruos de Goya. En su obra, el genio aragonés «se plantea qué es la política y hace tan solo unos días la propia Cardiff comentaba que en la actualidad nos seguimos haciendo las mismas preguntas», afirma la comisaria. Con Goya comparte que en el centro de la composición se encuentra el mundo de los sueños y las pesadillas como parte del proceso creativo. También en ambas existen amenazas, monstruos y sombras que nacen de lo onírico.
Los primeros trabajos de Cardiff y Miller se basaban en paseos que hacían por la naturaleza y a través de ellos iban deambulando, siempre a través del sonido, por diferentes lugares creando, finalmente, una ruta. Uno de los primeros libros editados por TBA21 fue, precisamente, The Walk Book, en el que Cardiff recoge varias de sus caminatas. Poco a poco, la pareja empezó a ser reconocida internacionalmente por sus instalaciones sonoras inmersivas y multimedia.
Janet Cardiff y George Bures Miller viven en plena naturaleza en la Columbia Británica y sin duda este paraje canadiense tiene un gran impacto en su trabajo. La pareja trabaja con el sonido como material y «buscan las cualidades volumétricas del sonido al tiempo que experimentan con las tecnologías», añade Gutiérrez. Sin embargo, en sus piezas la tecnología no está presente, no vemos los aparatos que utilizan porque su objetivo en realidad es «crear algo corpóreo, algo físico que te rodea» y, a partir de ahí, tratan de ver «cómo eso afecta al subconsciente» a través de instalaciones como esta.
Janet Cardiff y George Bures Miller «han cambiado la relación que tenemos con el arte contemporáneo»
Aunque esta Murder of Crows es una de sus piezas más icónicas, Soledad Gutiérrez asegura que Cardiff y Bures Miller «han cambiado la relación que tenemos con el arte contemporáneo». Otro de sus grandes logros fue Forest, la pieza que presentaron en la Dokumenta de 2013 que, fruto de sus paseos por la naturaleza, cambió «la percepción del sonido y cómo nos relacionamos con una obra que trata sobre la memoria».
El título de esta pieza que vemos por primera vez en España procede de la expresión en inglés que define una bandada de cuervos. Se basa en supersticiones y antiguas tradiciones populares, pero también en un ritual real pues cuando un cuervo muere una bandada de compañeros vivos da vueltas en silencio primero y en un coro de graznidos estridentes después en señal de duelo.
Los sonidos y la música en la obra de Cardiff Miller actúan como las lechuzas y los murciélagos que envuelven al hombre dormido en el aguafuerte de Goya. The Murder of Crows se convierte en una película sin imágenes que nos habla de la memoria, de los sueños y sobre cómo construimos nuestra realidad. A fin de cuentas, la voz de Janet, como la soñadora de Goya, no puede escapar de sus sueños apocalípticos.