El rol transformador de la artesanía contemporánea
Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, expertos en artesanía contemporánea, nos hablan de la vanguardia de esta práctica milenaria
La idea de lo auténtico ha cobrado un valor supremo en lo últimos tiempos, sobre todo en el ámbito del diseño. La calidad, la innovación y la sostenibilidad son aspectos que han entrado en nuestro cotidiano para referirnos a las pequeñas producciones, contraponiéndolas con las masivas. El fenómeno ha llegado para instalarse, para muchos este necesario renacimiento de lo local da como resultado un lujo renovado que intenta promover valores sociales.
Nos reunimos con Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, para conversar sobre la vanguardia artesanal española. Ambos trabajan en la industria desde hace 12 años desde el estudio Savage. Sus conocimientos los llevaron a formar el máster en Artesanía Contemporánea en Valencia, que este año celebra su quinta edición. «Empezamos creando una firma de ropa, desde siempre nos interesó la producción no repetitiva, así nos fuimos vinculando de lleno con la artesanía y las técnicas artesanales», nos cuenta Lucas, quien se formó en el área de comunicaciones. Adrián por su parte venía de trabajar en J. Mendel en Nueva York, el atelier de origen parisino que tiene una trayectoria de cinco generaciones de expertos en peletería.
«Desde siempre nos interesó la producción no repetitiva, así nos fuimos vinculando de lleno con la artesanía y las técnicas artesanales»
Este año el World Design Capital eligió a Valencia como la Capital Mundial del Diseño. Las actividades que se celebran promueven el desarrollo económico, social y ambiental desde las producciones artesanales. Las ediciones anteriores se han realizados en ciudades como Turín, Seúl, Helsinki o Ciudad de Cabo. Adrián y Lucas participarán como curadores de algunas de las actividades: «El evento intenta promover varios ejes relacionados con el diseño como la innovación, la protección del patrimonio geográfico urbano o ambiental», nos cuentan.
P: ¿Por qué creen que se eligió a Valencia?
R.L.Z: La Comunidad ha sabido potenciar el conocimiento de los artesanos. Tenemos segundas y terceras generaciones formadas en muchos oficios, lo interesante es que las más jóvenes se han instruido como diseñadores, teniendo la capacidad de proyectar y mantener la tradición. La cerámica siempre ha sido lo que más nos ha representado pero también se ha logrado una excelente simbiosis entre el mercado y el sector mobiliario, el textil o la carpintería se sigue haciendo de mano de los artesanos. Los talleres son locales y se sigue formando profesionales de primer nivel.
P: ¿Cuál es la pieza fundamental en el cambio que se quiere lograr para tener una mejor conciencia como consumidores?
R.L.Z: La educación. El master nace como conclusión de lo que veníamos haciendo en el estudio, habíamos conocido la mayoría de talleres y artesanos de España y queríamos compartir y aportar a este conocimiento. Para nosotros la clave siempre estuvo en acompañar los proyectos emergentes desde una manera responsable, desde lo local, las personas deben involucrarse en la creación de su propio proyecto. Los docentes son personas que admiramos sobre todo por su generosidad ya que trasmiten su conocimiento y técnica con total naturalidad. Al equipo se van uniendo profesores en función de las adaptaciones y procesos que vamos incorporando.
R.A.S: Nos interesa mucho que se aprenda en los talleres, es la única manera de ver cuál será el futuro de las artesanías. En España tenemos una variedad espectacular de artesanos en el sector del calzado, la marroquinería, joyería, vidrio, fibras, cestería, hay muchísimo de qué aprender, la visión de los oficios debe de ampliarse.
P: ¿Desde Savage qué tendencias persiguen a la hora de diseñar?
R.A.S: Inconscientemente utilizamos la artesanía como una herramienta y no como una tendencia. Autoproducimos todo lo que hacemos, lo que no sea hace de esta manera para nosotros no tiene sentido. Hay procesos que no podemos controlar, como cuando diseñamos prendas y no los tejidos, pero podemos asegurarnos que sí lo hagan los proveedores que contratamos. Desde nuestra pequeña parcela se puede aportar mucho y podemos hacer que nuestra clientela consuma menos y mejor. Lo que ahora unas empresas hacen por convicción, en unos años lo tendrán que hacer por obligación. Es insostenible que las marcas al final de año quemen la ropa que no hayan vendido, no tiene ningún sentido. Desde Europa se están haciendo planteamientos para impulsar la economía circular o transformadora, que también son otras vías. Nuestra propuesta es desde la artesanía frente a la industria, debe haber un diálogo entre ambas para así crear un ética conjunta.
P: ¿Sienten que ahora el público está más informado de lo que consume?
R.L.Z: Tenemos la suerte de tener delante la generación Z, muchas veces denostada, para mi es muy positiva, está formada en muchos sentidos, es diversa, abierta y tolerante, todos esos elementos forman parte de valores que queremos reivindicar desde el modo de hacer la artesanía contemporánea. Pienso que a grandes rasgos se está empezando a construir un nuevo imaginario y una nueva identidad en una buena dirección.
R.A.S: Por el lado de los productores, no todo el mundo es igual de responsable, todavía hay artesanos que se les sigue pagando muy mal. Tenemos que dar a conocer la importancia de la calidad frente a la cantidad y la de la sostenibilidad social, debe haber un pago justo con las personas que están detrás de los productos, de otro modo muchos de los oficios se irán perdiendo.
P: ¿Cómo reconocen la excelencia artesanal?
R.L.Z: Si nos ceñimos a la norma, tiene que ser un producto hecho a mano en un 95 a un cien porciento. Si la artesanía se mantiene fiel a una tradición, esto puede aporta un valor añadido, al igual que si utiliza técnicas del pasado para proyectarlas en la contemporaneidad. Las artesanías son multidisciplinarias y transversales, son mucho mas complejas de lo que parecen, podemos hablar de la tradicional, la suntuaria, la folclórica, la artística, o la tecnoartesanía, entre otras. En nuestro caso siempre nos hemos acercado a la contemporánea porque creemos que es la vanguardia y que tiene esa capacidad de transformación del imaginario social en las personas. Cuando hablamos de excelencia es porque se le puede posicionar en un nivel superior vinculada al diseño.
P: ¿Cuál creen que es el ejemplo a seguir como modelo de mercado artesanal?
R.L.Z: Nosotros empezamos las clases del master yendo a Ubrique, porque es la cuna de la marroquinería a nivel mundial y finalizamos el curso en Copenhague porque la consideramos la capital mundial de la artesanía. Es el ejemplo a seguir por cómo posicionan marcas nicho en empresas tan interesantes. Promueven la idea del diálogo entre la artesanía contemporánea con la industria, proyectándola al foco internacional. Desde nuestro estudio intentemos aplicar lo aprendido haciendo proyectos de diseño, de edición creativa, asesorando marcas o haciendo estrategias de marketing siempre desde una forma global, implicándonos en todo el universo que se requiera.
R.A.S El mercado artesanal debe tender puentes y crear conexiones. El proyecto que hacemos con Irthi, el Consulado de Artesanía Contemporánea de los Emiratos Árabes, logra este tipo de objetivos. Trabajamos con artesanos valencianos y de los Emiratos con pieles con la técnica de la hormada uniéndolo con el talli, el bordado tradicional de ellos. Se pueden crear verdaderas piezas maestras si se trabaja la artesanía con buenos valores.